Las cosas del correr
Tal vez no descubra nada
nuevo, sobre los enormes beneficios que reporta esto de darle a la
zapatilla, pero voy a intentarlo; y sin querer robarle protagonismo a
un tal “Moisés”, vamos con diez preceptos. Con su permiso...
En primer lugar, tengo
que decir que el primer beneficio de correr es el hecho de no estar
parado.
El segundo no por más
evidente, es más conocido; corriendo se viaja, aunque solo sea a un
par de kilómetros de nuestra casa.
El tercero tiene mucho
que ver con la perspectiva, pues solo cuando corremos somos
conscientes de que no se ve lo mismo desde arriba que desde abajo.
El cuarto tiene mucho que
ver con el volumen, pues a mayor distancia recorrida, más cansancio
acumulado, y a mayor cansancio, menos ganas de aumentar el volumen.
El quinto es como el
cuarto, pero relacionado con la proporción y el tiempo; entre más
peso, menos velocidad; y entre más tiempo, menos peso.
El sexto forma parte del
mundo del conocimiento, ya hemos dicho que correr tiene que ver con
viajar, pero no habíamos hablado nada sobre conocer a otros, que
caminando o corriendo, dan y reciben sin haber pedido nada.
El sétimo está
emparentado con la teoría de la relatividad; una misma distancia no
es percibida del mismo modo, por todos los corredores, de hecho, no
hay dos apreciaciones iguales sobre una misma carrera.
El octavo, va de
sociología; a mayor velocidad, la posibilidad de entablar
relaciones, disminuye; es más, si eres demasiado rápido te quedas
solo.
El noveno tiene mucho que
ver con la experiencia, pues solo los que han roto muchas zapatillas,
saben que no se disfruta más por correr más rápido, sino por
correr a gusto, sin que influya para nada la velocidad.
El décimo, no tiene que
ver con ninguno de los otros y sin embargo, puede parecerse a
cualquiera de ellos. Si te gusta correr, corre, y si no, pues no
corras, pero deja de criticar a los demás de una puñetera vez.