RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

16 ago 2013

MUERTE DE UN CORREDOR

Los que siguen de cuando en cuando este blog, habrán dado buena cuenta de un par de artículos que podéis releer aquí:





Pues bien este será el último, puesto que el desgraciado fallecimiento de su protagonista, hace imposible la continuación.

El corredor en cuestión fue ingresando poco a poco en el gremio de tantos y tantos corredores que toman “alguna ayuda” a la mínima (por si las moscas); tal vez por inercia o porque el enantyum dejara de hacerle efecto,nuestro protagonista se pasó al Inzitan esperando un efecto más inmediato y duradero.

Aderezaba los corticoides con diversos geles, barritas, gominolas y prácticamente probaba todo lo que salía al mercado. La cerveza a diario, (por supuesto) y algún traguito completaban la dieta deportiva.

Este pasado sábado a eso de las seis de la madrugada encontraron su cuerpo a pocos metros de una de las balizas que marcaba el camino al tercer avituallamiento de los cinco que contaba la prueba en cuestión. Nadie sabe si se perdió o se sintió mal y buscó amparo bajo el árbol donde le encontraron.

Era un hombre poco conocido en el mundillo, aunque algunos le recuerdan porque charlaba con cualquier desconocido como si fueran amigos de toda la vida; y por el montón de preguntas que hacía respecto a las carreras, en concreto sobre qué cosas había que tomar para mejorar el rendimiento.

Evidentemente, no era este el camino, si nos atenemos al resultado final.

En el informe aparte de un montón de palabrejas raras, se habla de muerte por “Pancreatitis aguda necrótica, asociada a un fallo multiorgánico generalizado y una complicación de “abdomen agudo” (o algo parecido).
Al parecer nuestro corredor, sufrió un proceso inflamatorio agudo en el páncreas, acompañado de una gran hemorragia, tanto dentro como alrededor del citado órgano.

Las únicas referencias de unos pocos testigos, hablan de ciertos dolores abdominales y vómitos en los primeros kilómetros; y a partir de ahí, se le perdió la pista y nadie puede aportar más datos.

Como desencadenante de la muerte, una mezcla fatal de corticoides y alcohol, pero sobre todo un claro abuso de los primeros. No es ciertamente habitual un fallecimiento por estas causas, pero las circunstancias personales y el momento (una carrera de larga distancia por la montaña) han sido los desafortunados ingredientes del fatal desenlace.

El Doctor Astasio; gran conocido, en los círculos deportivos de nuestra ciudad, respondiendo a algunas preguntas en relación a este suceso, ha querido dejar claro que una cosa es el deporte sano y otra la desmedida sed de fama que parece ser, padece cierto número de corredores. Ha querido dejar claro que los medicamentos tienen su función, su momento y su dosis que nunca debe marcar el propio paciente, que por lo general desconoce las consecuencias de la ingesta y abuso de corticoides, esteroides y otras sustancias que se han hecho casi habituales en algunos círculos, y que no buscan el beneficio del corredor, sino negocio puro y duro.

La gran mayoría de corredores, desconoce las consecuencias que se esconden tras productos muchas veces de andar por casa; para que nos hagamos una ligera idea; la inhalación de una dosis terapéutica de formoterol (un broncodilatador), puede dar un índice superior a 40 nanogramos por mililitro en un análisis; lo que se considera un resultado positivo a efectos de doping; evidentemente nada que ver con la muerte, pero estaremos ya, siguiendo un camino equivocado.

Añade el Doctor Astasio que “los atletas deben desconfiar de aquellos entrenadores de gatillo fácil a la hora de buscar ayudas externas. Hay un dicho bien conocido por todos que dice: “zapatero a tus zapatos”.


El cuerpo es una máquina casi perfecta, pero precisa un mantenimiento mínimo; si insistimos en romper las reglas, al final dirá ¡basta!, y puede que por última vez”.