Dicen que el país va
bien, que se han hecho los deberes y que en poco menos de nada
habremos salido. Y yo me pregunto: ¿Hacia donde?.
Va a ser verdad eso de
que la realidad depende del color del cristal con el que miremos (o
algo parecido); porque yo lo que yo veo es que el país
marcha, pero hacia atrás, muy atrás, y no hablo de años, sino de
siglos.
¿Que deberes pueden
hacer estos alumnos que pasaron por la escuela de refilón?. A mi
modo de ver, que yo sepa a la población española no le han
solucionado nada, y evidentemente, me refiero a la mayoría.
Camino de los siete
millones de parados, con las condiciones laborales tan precarias que
se diría que estamos en la época de Oliver Twist, no veo yo que
estos alumnos se hayan aplicado mucho que digamos. Aunque algo si
que han hecho para reducir el gasto; han tomado el camino fácil, han
eliminado a los remeros y la barca va a la deriva. Han reducido una
parte importante del gasto; pero solo a los que ya lo tenían
reducido, es decir que lo que han reducido son los ingresos, sin los
cuales evidentemente el gasto no tiene lugar.
Y así estamos, la gente decente, que
suele ser la más pobre; ante el dilema más duro que puede vivir un
ser humano; es decir, como me las voy a arreglar para dar de comer a
mis hijos.
Con todo lo que han
“vendido”, y que no me cansaré de decir que ni tan siguiera, una
mayoría absoluta les da permiso para vender lo que no es suyo;
deberíamos de estar todos nadando en la abundancia. ¿Donde estará,
todo ese dinero?.
Yo lo que veo es que
“ellos”, no entienden de crisis, pues de un modo u otro cada vez
se llenan más los bolsillos. ¡Qué puñetero es el dinero!; con
tanta propiedad, tanta cuenta bancaria y la gente pasándolas
canutas; no me extraña que tengan miedo, y claro, un golpe de tuerca
más y ya estamos en los tiempos de la todo, menos santa,
inquisición.
Penalizan todo aquello
que pueda salvaguardar sus intereses, y ¡hala!, otra vez en la edad
media, donde la protesta por parte de una población hambrienta y
necesitada; implicaba una manera u otra pena de muerte. ¿Que
diferencia hay entre los diezmos (tributos
cuyos beneficiarios eran los reyes y la iglesia principalmente) que
recibían los “señores”; y los impuestos y señores actuales,
cuando el fin sigue siendo el mismo?. (A
saber que unos pocos vivan de muchos muchos).
Penalizamos el aborto,
porque cuantos más hambrientos, más barata será la mano de obra; y
por si alguno aún guarda algo en la hucha, subimos la luz y el gas.
Toca elegir: frío o hambre.
Vamos camino de la
miseria moral, física y cultural mejor provocada de todas cuantas
hemos conocido a lo largo de la historia, y digan lo que digan; la
miseria está aquí ante nuestros ojos; y si no me creen, dejen por
un momento de mirarse a sí mismos y observen a su alrededor; vean
cuanta gente tan normal como ustedes y yo, rebusca en los cubos de
basura con la mayor dignidad posible.¿Serán ustedes los próximos?.
Pero estamos en navidad y
no quiero ser aguafiestas; aunque si me lo permiten, tengo una
petición especial, quiero hacer un pequeño trueque: Cambiar el día
de los reyes magos por el día de Robín Hood; a ver si así mejora
el reparto.