RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

8 mar 2015

MULIER

Madre, compañera, género, historia, sacrificio, lucha, carácter, pilar, ... supongo que podríamos seguir así hasta el infinito.

Hoy es el día internacional de la mujer. Hay acontecimientos importantes en la vida, y en ocasiones pasamos de largo, sin darle la importancia que se merece, a veces porque no nos damos cuenta, a veces porque se impone el silencio, y precisamente se busca que no haya ruido.

Hoy, es uno de esos días en que políticos y vividores de lo ajeno, salen a la palestra hablando de las virtudes de las hembras, todos los medios se hacen eco de la noticia y todos tienen la posibilidad de escuchar hermosas palabras, de asistir a actos fundamentales, que pasadas las horas, servirán de exaltación, pero que casi todos olvidaremos.

He dicho que todos escucharán, pero recapacito y pienso que tal vez la señora del orador esté justo en ese preciso instante pelando patatas para hacerle una sabrosa tortilla que compense su esfuerzo en la tribuna.

Pienso en todas las que sufren solo por ser lo que son, en las que murieron intentando hacer de esta vida algo más justo, más equitativo, pienso en las que salieron a la calle sin más defensa que su arrojo y valentía pidiendo justicia, pan para sus hijos, o trabajo para sus maridos; me vienen a la mente aquellas a las que algunos hombres robaron sus aciertos y su fama para la ciencia, que no su dignidad. 

No puedo olvidarme de aquellas que sufren acoso físico y sicológico, y entre ellas especialmente aquellas que sufrieron los rigores de una educación que las marcaba como simples siervas de sus padres y prostitutas de sus maridos, una educación que las señalaba como culpables ya en el vientre materno, una educación que las señalaba con el dedo como intocables, o como origen de toda maldad.

Hoy en día las cosas han cambiado mucho, pero mucho me temo que nunca lo suficiente.