La
vida es a veces ingrata con los que mejor se portan, con los que
están dispuestos a dar hasta su propia sangre para calmar la sed del
país.
¿Cómo
es posible que con lo bien que lo estaba haciendo este hombre, le den
ahora por todos los lados?
Un
hombre que entró en el partido a base de esfuerzo, sinceridad,
talento, saber estar, y simpatía a raudales.
Un
hombre de profundos silencios y mirada crítica. ¿Qué es lo que no
ha entendido la sociedad para que se le castigue así?
Un
hombre preocupado por la salud y la cultura de su pueblo.
Un
hombre capaz de sacrificar un noble oficio para luchar por la
igualdad, la justicia, el trabajo y el pan para todos.
No lo puedo entender; ahora que ya casi había logrado convertir un país miserable en el líder europeo de la economía, ahora que ya se veían sonrisas por doquier entre los ciudadanos, ¿Qué artes oscuras han utilizado sus enemigos para que hayamos llegado a esto?
No
hay duda de que tiene que haber mucho caradura por ahí robando
votos, cuando hasta los descreídos se llevan el gato al agua a su
costa.
Él
que ha sido uno de los alumnos más aplicados y sobre todo más
obedientes a las “peticiones” de la troica, él que ha sido el
terror de la corrupción en este país.
Él
que ha llevado el partido como si de su propia familia se tratara,
repartiendo benevolencias a diestro y siniestro, ¿en qué ha podido
fallar?.
Él
que ha hecho temblar a los mentirosos, a los soberbios, y a los
fascistas de la política; ha tenido finalmente que soportar que
muchos ciudadanos se hayan vuelto en su contra.
Me
marea tanta ingratitud; pero visto lo visto, podemos pensar (claro
que podemos),
que hasta los más insignificantes se han colado disfrazados de Adas
en muchos ayuntamientos, lo cual es terrible, una falta de respeto
total a las directrices establecidas desde años y años por líderes
respetables que jamás pensaron en sí mismos, sino todo lo
contrario.