Voy a comenzar con una
frase que tal vez habría que afinar un poco; pero allá va: “El
mundo es así”.
Vamos por la calle
tragando excedentes de tubos de escape pertenecientes a vehículos
que han pasado todas las pruebas pertinentes, pero que ahora
descubrimos que sobrepasan unas cuarenta veces los niveles tolerables
y lo soportamos.
Hemos tomado medicamentos
para curarnos de enfermedades, que no solo no nos han curado, sino
que nos han provocado efectos secundarios indeseables sin
defendernos.
Hemos oído hablar de grupos
de terror, creados por los mismos responsables que luego se han
erigido en los líderes de la lucha antiterrorista.
Hemos escuchado que hay
empresas en el mundo que contaminan a golpe de cheque; pues saben que
las multas que van a pagar serán calderilla si se comparan con las
reformas necesarias para cumplir con la legalidad.
Hemos sabido de planes y
reformas muy necesarias que no eran más que una excusa para engordar
algunas billeteras y callamos.
Dicen que se reduce el
gasto público, pero aumenta la deuda; más se habla de globalización
y de abrir fronteras y más se practica el individualismo.
Leemos a menudo que se
crean organismos que pocos saben quién controla, para por ejemplo
luchar contra el hambre en el mundo, y sin embargo constatamos que el
hambre sigue ahí asesinando sin parar; otros se crean para lograr la
paz y no desaparecen las guerras o para fomentar la salud y cada vez
hay más enfermos y enfermedades raras.
Se firman tratados que
luego no se cumplen por ninguna de las partes, los gobernantes dicen
que lo hacen por nuestro bien cuando saben que nos van a perjudicar;
nos piden que nos apretemos el cinturón mientras ellos se lo
aflojan, que no tienen más remedio que recortar en sueldos,
pensiones, educación, dependencia, derechos o salud pero aumentan en
armamento hasta el infinito, que van a conseguir una sociedad mejor
para todos cuando no tienen ni idea de como se vive fuera de la
seguridad de sus iglesias y chalets de lujo.
Y aquí estamos viendo
como se multiplican las mentiras en nuestro país a causa de unas
elecciones, mientras de nuestras gargantas no salen más que gritos
silenciosos que podemos traducir como “El
que calla otorga”.
Definitivamente, “El
mundo, no debería ser así”.