RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

12 dic 2016

REGALADO


Es evidente que hoy no es mi día.

Por la mañana cuando iba a la oficina de empleo me encontré en el ascensor con el vecino del primero, me preguntó por la famila y si había tenido suerte con la búsqueda de empleo. Le dije que la familia bien, pero lo otro seguía igual o peor y va el tío y me salta con que en su empresa necesitan un mozo de almacén.

Lo primero que me vino a la mente fue “te lo puedes meter por el culo chaval”, pero intenté ser amable y le prometí pasar por allí en cuanto pudiera que tenía el día un poco ocupado. Me miró con cierta extrañeza y me dijo que fuera cuando pudiera, pero que no lo retrasase mucho porque en tres días como máximo tendría que decidir y ya no habría vuelta atrás. Me puso de un gerol que mejor me callo.

Antes de pasar por el inem, recordé que tenía un billete de lotería pendiente de comprobar y mira tu por donde van y me tocan mil doscientos cincuenta euros. No le tiré el dinero a la cara a la lotera, porque soy un señor, pero que no me digan a mí que no hay que joderse, con la de premios que hay y me toca una mierda.

Al llegar a la esquina del inem, cola como viene sucediendo últimamente; no había visto tantos vagos en mi vida y yo con mi smartphone iphone 6s plus casi sin batería. Definitivamente hay días que es mejor quedarse en casa.

No habían pasado ni quince minutos cuando literalmente me asaltó la tía Pompeya. Que se había enterado de lo de la lotería, y que si no podría prestarle algo, que con cien euros tendrían suficiente para comer por lo menos tres semanas y no me supondría mucho desembolso.

-Tía le dije, que son mil euros y con eso no tengo ni para pagar el butano, (en realidad ahora gastamos electricidad, no van a ser todo miserias).

No se si me creyó o no, pero me recordó que mientras el tío había tenido trabajo, a mí y mi familia no nos había faltado nada durante siete años, y es cierto, pero para mí eso era agua pasada y tenía claro que no iba a dejarle una perra.



Desde luego aquí la gente tiene un morro que se lo pisa.