Hay visionarios
internacionales y locales con rango internacional. De entre los
muchos que posee nuestra ciudad me viene a la memoria un tal
Victoriano Crémer, el hombre que hasta casi el fin de sus días
cuidaba su máquina de escribir como la joya que era.
Pues bien, esto decía el
escritor, narrador, poeta y no se cuantas otras cosas más en uno de
sus artículos: "Aquí me rindo, digo, contemplando cómo la
desidia y el acortezamiento espiritual de gentes rectoras de la
Ciudad dejaron caer, piedra a piedra, injuriosamente, lo que
constituía la más bella de las decoraciones urbanas de la Ciudad:
la Plaza del Grano o de Santa María del Camino."
¿Que no habría escrito
este hombre nacido por cierto en Burgos, si viera lo que están haciendo los actuales regidores
con la única, la más pintoresca y emblemática plaza que existe
posiblemente en Europa?
Estos días la gente se
acerca la pisotea con cariño, clama, declama y hasta deja que sea la
propia plaza la que hable como ha ocurrido esta tarde noche.
Solo con la participación
de todos se podrán frenar los atropellos constantes a los que nos
vemos sometidos a diario (lease por ejemplo "ley mordaza").
Por eso os invito a
pasear precisamente estos días más que nunca por ella, podréis
comprobar con vuestros propios ojos como ciudadanos pacíficos de
distintos puntos de la ciudad (hoy se nos ha unido un argentino que
hablaba de “quilombos” “placas” e ideas), se acercan hasta la
Plaza del Grano aportando con su sola presencia un plus importante
para aquellos que más se mojan, como el grupo que ha conseguido se
llevasen de allí la maquinaria pesada que ya dejó su mortal rastro
sobre el pavimento que tantos leoneses admiran.
¿Cómo podemos
considerarnos leoneses si no defendemos nuestro territorio?. No se
trata de tirar piedras, ni siquiera de lanzar insultos a nadie, solo
se trata de defender desde el pacifismo lo que creo sinceramente que
desea la gran mayoría de leoneses y supongo que españoles y
europeos si supieran lo que está en juego. Símplemente que se
realicen los arreglos pertinentes, pero como se hacía antes, sin
romper, sin destruir, sin matar nuestra historia.
Estamos ya acostumbrados
a la mentira diaria, por eso es importante que cada uno compruebe por
si mismo la realidad y hoy la realidad está en la plaza y no en los
despachos del ayuntamiento; ni siquiera en los medios de
comunicación, estén en contra o a favor.
Es importante que
defendamos lo poco que nos queda, pero en mi opinión aún es más
importante que nos defendamos de los que nos intentan manejar a su
antojo, porque hoy será la plaza y mañana seremos sin duda
nosotros mismos.
La plaza te espera.