RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

6 ago 2017

EL ARTICULISTA


Llevaba no se si unos días o solo unas horas viendo por las redes comentarios sobre un deportista que al parecer del articulista, fracasó en el mundial de Londres, cuando yo pensaba que asistir ya era en sí mismo un logro; he sido débil, me ha podido la curiosidad y atraído por los titulares me he leído el artículo entero.

Confieso que me ha costado, porque nunca me ha gustado mucho la gente que utiliza la descalificación como base de sus artículos, y menos citando trabajadores que se esfuerzan día a día para conseguir sus metas, como en esta ocasión.

El atleta en cuestión se llama Eusebio Cáceres, y aunque no conozco su trayectoria, me imagino el camino recorrido para llegar donde está y veo mucho sufrimiento, mucho tesón y mucho desgaste que son cosas que duran mucho más que la alegrías.

He tratado de comprender el motivo de tan airados comentarios y confieso que no lo he logrado. No puedo decir que este señor me haya defraudado de continuo, porque aunque seguramente será muy conocido de todos, en mi caso y sinceramente es la primera vez que leo un artículo suyo.

Hablar de fracaso cuando un atleta logra llegar a un campeonato del mundo, me parece excesivo; aludir como explicación a la genética delicada o debilidad sicológica me parece a mí muy aventurado, incluso aunque haya tenido lesiones, porque son muchos los factores que intervienen en el proceso y me temo que solo el atleta, su fisioterapeuta, su médico y tal vez su entrenador sepan por donde van los tiros. Realizar tres nulos que yo sepa no es la forma más pobre de caer eliminado; la forma más pobre que yo sepa es abandonar y peor aún abandonar con engaños.

Solo el saltador podía saber como se encontraba y ni el articulista ni yo podemos meternos en su piel en aquellos momentos. Con toda seguridad, el deportista eligió la opción que creyó más idónea, incluso tal vez con dudas como es natural y esa decisión es solo suya. ¿Qué hubiera escrito si hubiera logrado una medalla?. La diferencia no es tanta, a veces esos milímetros que menciona, nada más.

Eusebio Cáceres, manifestó sentirse en buena forma y también es castigado por decir la verdad. Tal vez el supremo escaparate que se cita en el artículo, sea ese lugar al que el articulista nunca ha llegado por muchas canciones y letras que haya escrito, porque a pesar de todo administrar la fama desde el pesimismo, a veces te lleva a escribir artículos como el citado. Ha confesado el articulista en alguna ocasión que se considera ciclotímico; tal vez en el momento de escribir el artículo le pilló en un momento de bajón y la mente no le respondió como debiera.

¿Ya se ha vuelto usted de hierro? ¿Si?, pues me imagino que podremos leer ya sus artículos sobre el estrepitoso fracaso ayer de Usain Bolt, el de Contador en el Tour, el de Nadal cuando no ha ganado, o el de Muguruza esta misma mañana. ¿Los ha escrito ya? ¿No?...

Yo creo que el articulista en esta ocasión, ha viajado al mundo del deporte con exceso de soberbia, y se me antojan demasiadas letras para tan soso contenido; pero supongo que es la consecuencia de una posible inestabilidad emocional que le ha dado impulso para saltar desde demasiado arriba.

Echo de menos en el artículo que no haya recomendaciones del tipo: “Señor Cáceres, debería escuchar usted cien veces esa canción que hizo popular el dúo Dinámico titulada “Resistiré”.