RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

6 jun 2018

Una de siquiatras

Por fin ha llegado la primavera...

Estoy fundido, molido, hecho polvo, puré, una caca...; me pesa el cuerpo infinitamente, me cuesta mantenerme en pie, no domino los brazos, las ideas me llegan con excesivo retraso. Por tres veces he intentado levantarme, pero no puedo; no tengo fuerzas, ni siquiera tengo ganas, me podría quedar tal como estoy horas y horas sin mover ni un dedo. Si tuviera que pegarme un tiro, lo dejaría para mañana, porque la pistola me pesaría como un tanque.

Dice el siquiatra, que cuando me encuentre así, que tengo que convencerme a mi mismo que es mentira, que estoy "fetén", "guay del Paraguay", "estupendo", "extraordinariamente bien", "como un toro", "mejor que nunca" (ya me encuentro mejor), "como un chaval"; ¡que coños!, que va a saber el siquiatra como me encuentro, si la tía está tan a gusto en su butacón de piel de vaca; la muy... , encima se sienta sobre un bicho, y quiere que todos los que van a su consulta hagan lo mismo, ¡pues no!, ya le dije el primer día que: "de eso nada monada", yo firmes, como los soldados, que tardo más en relajarme... pues eso es cosa mía, que el que paga es el menda leyenda, ¡no te jiba!; y yo dale que te pego, que "como una rosa", "como un tren" (y una mierda, como si no me mirara al espejo)...ya en la cama, sigo con el mismo rollo, pero después de tanto esfuerzo, sigo fundido, molido, hecho polvo, puré, una caca...

Tengo que dejar de ir al siquiatra, y el caso es que la tía está que no veas, pero yo que nunca he ido al confesionario en mi vida, contarle mis cosas a un desconocido, es que me pone a mil por hora, y ahí es donde estamos de acuerdo los dos, que trago lo que me echen, y no es eso, ¡no!, no es eso.

Si me encuentro mal, pues... me encuentro mal y se acabó, mañana ya escampará si quiere, y si no, pues seguiremos soportando los nubarrones el tiempo que sea necesario.

El otro día, llegamos a un acuerdo, después de tres semanas de consulta va consulta viene, quedamos en que cuando me toque a mi visita, me pone una sábana por encima del sofá ese, y !Santas Pascuas¡. Mira que tiene guasa la cosa, tanto tiempo estirado como el palo de una bandera, y en cuanto me tumbo, ¿querrás creer que casi me duermo?, se lo contaba a Laudi, y es que se espachurraba de risa, como si no supiera ella la pasta que me cuesta cada hora de consulta, porque encima, esa es otra, que la hora es la hora, es decir sesenta minutejos desde que entras hasta que sales, incluidos el saludo y la despedida. Pues a lo que íbamos, que me dice Laudi que por la mitad de la mitad, que me deja su cama, a lo cual yo respondo, que si, pero que con ella dentro, ¡chúpate esa!; me dijo que naranjas de la china ¡claro!.

A la mañana siguiente encontré a Samuel, el de los capuchinos, en la bolera de San Marcos; está como para hacerle una foto (si cupiera en ella), se...