RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

14 feb 2020

DEL OCHO DE MARZO PASO



Lees hoy día alguno de los millones de artículos que te topas (buscas) por ahí y se te cae el alma al suelo; que si la tele influye en nuestro ritmo circadiano impidiéndonos dormir con normalidad, que si al hablar por el teléfono móvil te afectan un montón de ondas perjudiciales que pueden instalarse incluso en tu cerebro; que este aparatejo está tan bien estudiado que en cierto modo imita a las máquinas traga perras con sus distintos tonos y sonidos varios, que si estamos al borde del abismo en lo que respecta al cambio climático; pero el colmo de los colmos es el amor al prójimo que predican muchas religiones si lo comparas con su modus operandi.

Te paras un momento a pensar y constatas que esos que predican amor, rara vez comparten el suyo; si hablamos del teléfono ambulante, los nuevos modelos y la publicidad cada vez más agresiva nos lava el cerebro de tal modo que raro es el individuo que no posee uno hoy día (o dos); lo de la famosa “caja tonta” es ya lo más de lo más; horas y horas perdidas que al final de una vida se convierten incluso en años con las posaderas pegadas al sofá.

La publicidad es lo que tiene, que busca enganchar al público, vender su producto obviando siempre las posibles contra indicaciones por perjudiciales que estas sean; porque al fin y al cabo, la publicidad nace para solventar las necesidades del mercado, marcando diferencia con otros productos similares, e incluso a veces echando por tierra los valores del resto.

Por un día, todos nos sentimos enamorados, padres, madres, esposas o maridos.
Por un día, también nos podemos sentir corredores de asfalto, de campo o de montaña.
Por un día nos apiadamos de los pobres, de quienes tienen cáncer u otra enfermedad.
Por un día (más o menos cada cuatro años) nos sentimos ciudadanos de pleno derecho.
Por un día nos sentimos caritativos.
Incluso tenemos un día para “el juego responsable”; ese que tanto arruina a familias enteras.

POR UN DÍA NOS SENTIMOS MUJERES, con toda la ristra de derechos que corresponden como seres humanos que no son diferentes al resto de seres humanos.

Pero pensándolo bien, el que haya un san Valentín, no va a solucionar mi ya destrozado matrimonio, ni sentirme corredor un día, me va a permitir correr más de doce minutos, lo de la caridad, no sería necesario si de verdad fuésemos tan católicos y no hablemos ya del día del voto ni a quienes beneficia en realidad ese acto tan democrático.

Los que más dinero invierten en revertir el cambio climático son los que más contaminan, los que luchan contra la corrupción en gran medida son corruptos, los que luchan por erradicar la pederastia, son los propios pederastas en muchos casos o al menos los que llevan tapando estos hechos décadas y décadas de sufrimiento ajeno (como hemos constatado estos días con el asunto de la Bañeza).

Para la gran mayoría solo hay un día de lucha por la igualdad, por el maltrato, por la caridad otro para la paz en el mundo, otro para celebrar el año nuevo, pero ¿y con los aproximadamente 340 días restantes?. ¿No vamos a hacer nada?

O somos, o no somos, pero todo el año; los cambios se producen con esfuerzo, pero sobre todo con constancia, no señalando un día en el calendario como si fuera la mayor de las conquistas para escuchar en el telediario del día siguiente que han asesinado a otras dos más; de modo que con vuestro permiso, PASO DE ESOS DÍAS TAN SEÑALADOS.