No me gusta tomarme
demasiado en serio esto de las carreras, porque al fin y al cabo la
gente se apunta para divertirse, para disfrutar de un día de campo
con esfuerzo añadido y ya se va sabiendo que en definitiva el placer
no está en el resultado, sino en el conjunto de momentos previos,
por duros que nos parezcan.
Han pasado ya unos añitos
desde que aquellos bárbaros se dedicaran a hacer carreras por las
calles de este pueblo llamado Santa Cruz del Sil; algunos en
pantalones cortos (supongo que llamar calles a estas cuestas tan
empinadas no deja de ser un eufemismo).
Si hablamos de carreras
populares, sin duda esta lo es. Popular porque el pueblo se vuelca, puesto que está al alcance de todos, y sobre todo porque gusta mucho
(para más detalles en plan culto aquí tenéis un enlace de la
mismísima wikipedia):
Me pongo un poco serio
porque el trabajo es esfuerzo, es dedicación, esmero y como no
sufrimiento y ya que lo valoramos como no podía ser menos en los
corredores, no debemos olvidar a los colaboradores que desde meses antes llevan unos para aquí y otros para allá procurando
que todo esté al gusto de los participantes, que si bien aquí valoran ese desayuno previo y esa comida posterior a la carrera, valoran mucho poder reponer energías en los
avituallamientos, que el
recorrido esté bien señalizado, y que se sepan resolver las
dificultades inherentes a recorridos de este calado que siempre surgen aunque no se publiciten.
Ya he citado en alguna
ocasión lo importante que es para estos pueblos abandonados por las
administraciones al fragor de estos vaivenes económicos que nos hacen soportar, que se realicen actos como el de este
fin de semana. Yo mismo he pernoctado estos días en el Mesón Conde
en Anllares del Sil, no muy lejos de la acción. Trini una señora de
armas tomar me atendió y me convenció como se suele hacer por estos lares, con amabilidad y cariño y en todo momento me sentí como en casa lo que
es muy de agradecer para los que somos más caseros que viajeros.
Ella misma alabó la gestión que la organización de esta carrera estaba haciendo por la zona y reconoció que era un revulsivo importante y una foco de publicidad muy de agradecer. Y es que son varios y variados los establecimientos que notan el tirón de estos fines de semana, e incluso de semanas antes pues algunos corredores se toman una semana de vacaciones para disfrutar de la zona antes o en ocasiones tiempo después con sus familias.
Ella misma alabó la gestión que la organización de esta carrera estaba haciendo por la zona y reconoció que era un revulsivo importante y una foco de publicidad muy de agradecer. Y es que son varios y variados los establecimientos que notan el tirón de estos fines de semana, e incluso de semanas antes pues algunos corredores se toman una semana de vacaciones para disfrutar de la zona antes o en ocasiones tiempo después con sus familias.
He tenido el privilegio
de colarme como un polizón, junto a profesionales de la prensa del ramo en uno de esos vehículos que lo mismo te lleva de visita a picos, que te mete por vericuetos de infarto. El conductor, que es otro profesional en lo suyo como la copa de un pino, se llama Ramón, pero las chicas le llaman Montxu. Debe ser
como la tercera vez que compartimos ruta y como no puede ser de otra
manera charlamos un poco de esto y otro poco de aquello.
El día anterior Ramón (Montxu para sus amigas), propuso acercar el asunto fotográfico un poco más aún al corredor popular intentando permanecer el mayor tiempo posible en cada lugar y así hacer fotos y a ser posible entrevistas a la mayor cantidad de gente posible, ya que por circunstancias de carrera son tan grandes las diferencias que los que van a cola del paquete muchas veces salen perjudicados en estos asuntos.
A mí personalmente me pareció una idea estupenda pero llevarla a cabo ya era otra cosa. Doy fe de que se intentó y si no fuera por la confianza que le tengo a este hombre, me hubiera tirado del todo terreno en marcha, a pesar de estar del lado del precipicio (que eso también cuenta). Y es que para llegar a cada siguiente punto, pasamos por sitios y desniveles que más de uno llamaría y con razón peliagudos y a los corredores se les exige ser valientes, pero no así a mirones como yo.
El día anterior Ramón (Montxu para sus amigas), propuso acercar el asunto fotográfico un poco más aún al corredor popular intentando permanecer el mayor tiempo posible en cada lugar y así hacer fotos y a ser posible entrevistas a la mayor cantidad de gente posible, ya que por circunstancias de carrera son tan grandes las diferencias que los que van a cola del paquete muchas veces salen perjudicados en estos asuntos.
A mí personalmente me pareció una idea estupenda pero llevarla a cabo ya era otra cosa. Doy fe de que se intentó y si no fuera por la confianza que le tengo a este hombre, me hubiera tirado del todo terreno en marcha, a pesar de estar del lado del precipicio (que eso también cuenta). Y es que para llegar a cada siguiente punto, pasamos por sitios y desniveles que más de uno llamaría y con razón peliagudos y a los corredores se les exige ser valientes, pero no así a mirones como yo.
Por eso mismo, estas
letras, me gustaría dedicarlas en especial a los organizadores,
colaboradores y demás currantes de la Carrera Alto Sil ya sea de
este o de otros años. De los que yo conozco un poco mejor, la
familia Diez o los Barriales al completo, los Pedros, Migueles,
Ramones, Rocios, Katys y compañía y todos esos cuyos nombres
desconozco aunque algunas caras si que me las se de memoria.
Va por ustedes; mi más
sincera enhorabuena por vuestra constancia, simpatía, vuestro saber
hacer y sobre todo porque con esas ganas que le ponéis a la cosa,
todos los años serán festivos para vosotros y nosotros en estas
fechas; pero sobre todo (que también es importante)
seréis y seremos felices también el día después.
Un saludo