RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

18 feb 2024

OCULTO BAJO LAS HOJAS

 

Hace poco hablando con una amiga que se mostraba sorprendida de que en el mes de febrero aún estuviésemos asando castañas, o comiendo uvas recogidas allá por el mes de setiembre; salió a relucir durante la conversación, algo de los conocimientos antiguos, tal vez los únicos, los verdaderos ya que hoy en día conocimiento casi equivale a falsedad; puesto que se hace patente aquello de que: “de lo que veas no te creas ni la mitad y de lo que te cuenten nada”.

Se habló de esos conocimientos que permitieron a los antiguos construir con métodos bien meditados con el resultado que podemos observar hoy día en cualquier lugar del mundo; pueden ser edificios, espadas o vasijas, o tal vez enseñanzas que tras siglos se mantienen no siempre en perfecto estado, pero que aún están ahí reconocibles hasta para el más tonto de los tontos.

A juzgar por el nombre, (Yamamoto Tsunetomo) no parece que este hombre fuera de Huelva, o del Reino de León, y si leemos sus escritos, tal vez no nos imaginaríamos que su vida transcurrió desde el año 1659 hasta el 1719 fecha en que las crónicas nos hablan de su fallecimiento; y de que fue un samurái, vasallo de un señor hasta su retiro o independencia espiritual; gracias a la cual hoy en día podemos aprender de algunas de sus enseñanzas.

Decía este hombre, este filósofo o este luchador, que el guerrero no teme a la muerte, sino a no haber vivido la vida como se merece, haciendo caso omiso a las limitaciones, o haciendo de la vida una lucha sin cuartel en la que ese guerrero, no solo no se rinde nunca, sino que saca partido de cada minuto de su vida y de cada eventualidad por negativa que esta pueda ser.

Decía también que el verdadero guerrero el único poder que anhela es el poder sobre sí mismo, o que el verdadero guerrero no puede controlar el destino, pero sí que puede controlar su actitud y su manera de enfrentarse al mismo; que el guerrero no se enfoca en lo que los demás pensarán de él, sino en como encontrar la paz interior y así hasta un largo etc de frases o sentencias a cada cual más interesante, y citaremos una última: “la verdadera fuerza, no está en los músculos, sino en el espíritu”.

Hoy en día, estas frases a muchos les sonará a chino, y sin embargo les debería sonar a japonés; un pueblo que nos podría enseñar mucho sobre la vida y la muerte, sobre todo en su época más esplendorosa, ya que cada vez nos asemejamos más unos países a otros, cada vez son más los estados que siguen la rutina que nos dictan los que quieren destruir cualquier atisbo de independencia e imponer una única y universal verdad, la suya, aquella que solo les favorece a ellos.

Nuestro poderoso caballero Don Quijote podría contarnos muchas cosas sobre la cultura japonesa, pues el también tenía un código de honor, una conducta inmutable a seguir, y una moral comprometida que le empujaba a realizar los actos que fuesen necesarios con tal de proseguir por el camino correcto.

No me da a mí la impresión de que el de la Mancha se afanase por cultivar su aspecto, ni pusiese atención al qué dirán, sino que su principal motivación era cumplir una misión en la vida que le empujaba en todo momento a salvar cualquier tipo de inconveniente y así deberíamos verlo no en plan de chanza como sibilinamente nos da a entender el que perdió la movilidad de su mano izquierda en la famosa batalla de Lepanto.






4 feb 2024

T R A C T O R A D A S

 

Tengo que reconocer que desconozco de primera mano que es lo que sucede en el campo, aunque por lo que veo, cada vez encuentras más casos de pocas personas manejando mucho negocio, que muchas manejando poco.

En Francia por ejemplo que ha habido movida, una de las medidas que han conseguido negociar, es la de permitir usar productos que muchos consideraríamos nefastos y peligrosos para la salud, que dicho de otro modo, son veneno para los consumidores; pero claro el problema es que con esos sulfatos, pesticidas o como se les quiera llamar la producción aumenta, y por lo tanto lo hace el beneficio lo que convierte a ese producto en atractivo para muchos agricultores.

Tal vez nos hemos dejado llevar por la vorágine oficial que nos premia con ayudas varias por pocas que estas sean a determinados productos, pero sobre todo a determinadas condiciones; así hemos llegado al punto en que aquél que tenga una docena de vacas (¿quedará alguno?) le será imposible salir adelante porque no le daría ni para pagar la paja de los animales.

Hoy día las granjas ya sean agrícolas o de animales, se han convertido prácticamente en pequeñas macros donde muchos tienen doscientas o cuatrocientas cabezas de bobino, con su maquinaria correspondiente o cientos de ovejas porque de otro modo dicen que no compensa, donde ciertos medicamenteos como el glifosato (el mismo que ha sido calificado por esa organización a la que llaman organización mundial de la enfermedad, como probablemente cancerígeno) y otros venenos cotidianos, están a la orden del día. Puede que tengan razón en quejarse; los más trabajan o al menos arriendan las fincas de otros que recibirán en la mayoría de los casos unos 20 o 30 euros al año por el arriendo.

No caemos en la cuenta de la verdadera magnitud del problema; pues si antes fueron a por los pequeños, y luego a los medianos, no tardarán mucho en apretar a los “grandes”, ya que el sistema funciona de este modo, así que uno tras otro, irán dejando paso en exclusiva a las multinacionales o transnacionales que son las que controlan el bacalao, el ganado, el pan, la leche y todos los productos que sirvan de alimento al personal. De modo que llegará el día no muy lejano en que estas transnacionales nos procuren el alimento por mucho veneno que contenga y tendremos que tragar porque no habrá otra alternativa, y es que  estamos más acostumbrados a mirarnos el ombligo que pensar más allá, cuando nos vienen ofreciendo ayudas, cerramos los ojos y nos dejamos llevar sin pensar en las consecuencias y olvidando aquella frase tan famosa de “nadie da duros a cuatro pesetas”.

Hoy en día tenemos huelgas de “tractoristas” o las hemos tenido en diversos puntos de Europa, es lo suyo, protestar cuando los negocios no van como quisiéramos, pero yo reivindico esas ayudas para los que no tienen tantas tierras en producción (o en enmascaramiento que de todo hay); yo reivindico esas ayudas para el peluquero del barrio, para el de la humilde tienda de comestibles, para el que vende en la plaza sus productos de la huerta, para el mecánico del barrio y así hasta todos los trabajadores individuales de los que no se sabe nada, ,porque no tienen cooperativas, ni apoyos de sindicatos varios pero sobre todo porque no suponen un peligro real para las administraciones, y por ende para los mercados europeos o mundiales.

Tal vez deberíamos revertir la situación y ayudar a los pequeños, un poco a los medianos y nada a los grandes,algunos de los cuales por seguir la “ola” están endeudados hasta las cejas con un patrimonio en uso de a veces varios millones de euros.

Repito, que yo no se mucho de esto, pero la economía es bastante más sencilla de lo que nos dan a entender tantos “expertos” cuando deambulan por los diferentes programas de televisión en los que por cierto, nunca se ponen de acuerdo, ya que al igual que muchos especialistas de laboratorio, apoyan solo a quienes les pagan o a aquellos con los que tienen cierta afinidad política o aquellos de los que esperan favores en un futuro no muy lejano.

De los sindicatos sean agrarios o de otro sector, ya lo he repetido en varias ocasiones, se deben a sus jefes y sus jefes a sus amos, al igual que los políticos a sus partidos correspondientes, y pensar por libre no va con esa gente, mucho menos pensar exclusivamente en buscar el beneficio para sus afiliados, los trabajadores en general y mucho menos los consumidores.

Aún existen incautos que se creen que el partido al que apoyan es mejor que el de al lado, sin caer en la cuenta de que ni siguiera los presidentes de los distintos gobiernos actúan por libre, sino que están a las órdenes de los que verdaderamente mandan en el mundo, que en realidad son los que ponen la pasta, los que pagan favores en definitiva y por ende, los que finalmente se llevan el beneficio gordo.

No obstante, me parece bien que cada unos e manifieste en la medida que buenamente pueda, pero por favor no se dejen engañar por lo mediático, mediten antes de llegar a acuerdos miserables con los diferentes gobiernos, pero sobre todo piensen, no solo en el futuro de sus hijos, sino sobre todo en sus nietos y biznietos, pues les estamos abonando el camino hacia una verdadera esclavitud.

2 feb 2024

S E L I G M A N

 

Aquellos que hayan echado un vistazo al libro “LA DOCTRINA DEL SCHOK” DE NAOMI KLEIM, habrán leído entre otras muchas cosas, como sicólogos americanos (no se si algunos “rescatados desinteresadamente” de la Alemania Hitleriana tras o durante la segunda guerra mundial), utilizaban a enfermos mentales como cobayas humanas con el fin de estudiar la mente en profundidad, para provecho del enfermo, o al menos eso nos vendían como nos venden ahora los beneficios de muchos productos que nos matan.

Martin Seligman, es un conocido sicólogo estudioso de la depresión con la finalidad de conseguir un individuo feliz, introduciendo o colaborando con un término de que tal vez se abusa actualmente como es la sicología positiva.

Con sus experimentos, llegó a algunas conclusiones al parecer muy interesantes para el mundillo de la sicología que no cesa en sus avances, pero sin consecuencias para los millones de pacientes que deambulan entre pastilla y pastilla, entre tratamiento y tratamiento sin ver la luz al final del túnel.

Una de sus contribuciones más sonadas en el campo de la sicología, tiene como título la indefensión aprendida, a cuyo término llegó tras muchos experimentos con animales, concretamente con perros a los que torturaba de diferentes modos, permitiendo a algunos de ellos tener opciones y a otros no.

Aquellos que no tenían opciones para mejorar su situación, llegaban en un momento determinado a creer que hicieran lo que hicieran, jamás podrían solucionar sus problemas, de modo que su comportamiento se tornaba totalmente pasivo aceptando la situación por dura que esta fuera.

Todos estos estudios que en principio deberían ser positivos para la sociedad, en manos de indeseables se utilizan para una mayor dominación del individuo; y por tanto, no buscan su felicidad o la resolución de sus problemas, sino el control total, convirtiendo así a la persona en un mero pelele; una especie de robot que obedecerá a ciegas todas las consignas, sean cuales sean.

Según Seligman, cada individuo escoge su forma de pensar, cuestión sobre la que yo tengo serias dudas, salvo que cada uno fuera libre de pensar sin la presión educativa, familiar, social y sobre todo mediática, que van construyendo a su alrededor a lo largo de su vida y que le va tan bien a quienes gustan dirigir la sociedad política y económica en el mundo.

Tal vez su intención, (y puede que la de algún otro colega) fuera efectivamente contrarrestar los pensamientos negativos que a todos nos atenazan, hasta transformarlos en positivos de modo que ayuden a salir del atolladero; sin embargo a tenor de lo que vemos a diario, los resultados positivos, no parecen aflorar a la superficie y lo que vemos es menor control por parte del individuo sobre su propia libertad de acción, y más control social por quienes se supone buscan nuestra felicidad; como esos que quieren quitarnos TODO para luego hacernos disfrutar de lo lindo con NINGUNA COSA.