RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

13 ago 2023

EL DIARIO DE RINA

 


Solo sabemos que su nombre era Rina; en sus escritos, comenta que fue en otra vida una poderosa hechicera que aconsejaba a un conocido guerrero apache; se confiesa amante del devenir de las plantas, animales y naturaleza salvaje en general; pero su mayor fuerza vital la obtiene del aire que se respira en las más altas cumbres. Es un espíritu libre con el cuerpo en la tierra cuyas más profundas amistades aparecen “por casualidad”, gracias a esos vientos que llegan desde cualquier punto cardinal.

No es Rina en absoluto conflictiva, pues gusta de no dejar más huella tras su paso, que la que deja poso en su propia esencia, prefiriendo desde siempre el anonimato a la fama; hasta el punto que no le importaría vivir aislada de la sociedad. En su búsqueda constante de sí misma se topó con un alma solitaria con la que inició varios proyectos, uno de los cuales tenía para ella un sentido especial; un retiro al modo de aquellos conventos donde en el día a día se evitan las palabras.

Finalmente un día del mes de agosto cumplió su deseo y dejó este legado que fue encontrado por unos exploradores en una pequeña cabaña muy próxima al Cerro Mohinora en lo más recóndito de la Sierra Madre Occidental en el estado de chihuahua. Al parecer era conocida por algunos indígenas que la visitaban pensando que era una diosa, ya que cuentan que a poco de instalarse en la cabaña, un puma de enormes dimensiones acampó a las puertas de la desvencijada caseta cada noche haciendo de guardián de Rina, cosa poco habitual en un lugar tan inhóspito como aquél. Cuentan también que un viejo tarahumara la visitaba con frecuencia y se pasaban horas sentados al borde de un acantilado platicando quien sabe de qué.

En su diario había multitud de anotaciones, pero en un lenguaje que hasta hoy no han podido descifrar; esto que viene a continuación, es lo único legible que pudieron recuperar de su diario:


Cuando te preguntan a dónde vas de vacaciones y tu respuesta es: “me voy de retiro durante cinco días”, la reacción habitualmente genera desconcierto; pero, si añades que el retiro es de completo silencio, surgen “sus preguntas” sus propias dudas que nada tienen que ver conmigo, como: ¿cinco días en silencio?... ¿Pero no puedes hablar nada?... ¿crees que vas a poder aguantar tantos días sin hablar?. No solo voy a aguantar, sino que además resultará muy gratificante.

En los últimos años, mi interés por la meditación ha ido en aumento; busco información, leo sobre el tema y practico de modo autodidacta.

Es complicado encontrar especialistas dedicados en exclusiva a este ámbito de la espiritualidad; es en ese momento cuando aparece Clara en mi vida, aparentemente como suele suceder por pura casualidad; ella diría por conexiones (estamos los que tenemos que estar).

La conocí en mi primera experiencia más específica sobre meditación; situación que posteriormente dio lugar al retiro sobre el que estoy escribiendo, al cual asisto sin leer en profundidad la información que me proporcionan, y sin experiencia alguna, pero con la confianza de sentir que tengo que estar allí; que debo acudir a la “llamada”.

El objetivo de un retiro de silencio es “SER” y no “hacer” al tiempo que eliminamos ese ruido exterior que nos impide escuchar nuestro “silencio interior” tan valioso. Se trata pues, de un trabajo personal en el que juegan un papel fundamental cerebro , corazón y alma ese triángulo cuyo equilibrio es tan complicado si seguimos los parámetros sociales actuales de la inmediatez y el juicio mediático.

A lo largo de los cinco días, te centras en ti en conexión con el entorno natural; aunque para mi esta parte es la menos complicada ya que soy una apasionada de la montaña y la naturaleza. Se comienza el día con consciencia plena en la naturaleza y meditación; posteriormente desayuno, yoga y meditación; a continuación comida, ruta en conexión con la naturaleza, arte meditativo, masaje ayurvédico, cena y lectura más meditación.

Cada actividad con dedicación total; los tiempos intermedios se dedican a la individualidad del “SER”. Se difuminan las normas socialmente aceptadas para centrarnos en nuestras emociones, pensamientos y en nosotros mismos.

El concepto de silencio va a la simplicidad de la vida, eliminas el esfuerzo que supone mantener el control, entregas y recibes sin esperar nada a cambio, sin juzgar, es decir viviendo la vida en lugar de pensarla. A lo largo de las jornadas, vas conociendo a tus compañeras en ausencia de ese lenguaje verbal que creemos imprescindible, y sin información de ningún tipo acerca de su profesión, intereses o preocupaciones; inicialmente parece dificil un conocimiento profundo sin comunicación verbal, pero a medida que los días avanzan sale a la luz la verdadera personalidad de cada uno, desaparecen le ego y el juicio y aparecen antiguos patrones socialmente olvidados.

Si bien es cierto que cada una se centra en sí misma; todas sentimos que formamos parte de un TODO en armonía con el grupo y el entorno (EL SER). Aquí, es fundamental el apoyo de las personas que te acompañan espiritualmente, te alimentan, te regalan sus experiencias personales y te guían en tu proceso. Fui al lugar perfecto para sentirme en paz .

El miedo que produce el silencio y que nuestra sociedad asocia con la soledad, no es tal, pues en experiencias como esta, aprendes el valor de escuchar el alma y el valor de silenciar esa parte de tu mente que busca siempre controlarte.

Desde mi llegada a la Fundación FuenteNatura, puedo dormir en armonía, sin embargo vi perturbada mi paz la última noche por el vértigo que me producía tener que volver a la sociedad del ruido (sensación que no viví yo sola).

Nuestro mantra diario era el siguiente: “fuera expectativas, fuera juicio, fuera justificación y fuera control”; palabras que me sirvieron de guía en este viaje interior y que me acompañarán (espero) en mi día a día.

Esta experiencia me ha aportado luz en mi trayecto personal y se la recomiendo a quien quiera crecer como persona.a mí desde luego me ha cambiado la vida hasta el punto de que tengo pensado viajar hasta que encuentre mi sitio en este mundo donde continuar y terminar mis días.”