RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

4 feb 2024

T R A C T O R A D A S

 

Tengo que reconocer que desconozco de primera mano que es lo que sucede en el campo, aunque por lo que veo, cada vez encuentras más casos de pocas personas manejando mucho negocio, que muchas manejando poco.

En Francia por ejemplo que ha habido movida, una de las medidas que han conseguido negociar, es la de permitir usar productos que muchos consideraríamos nefastos y peligrosos para la salud, que dicho de otro modo, son veneno para los consumidores; pero claro el problema es que con esos sulfatos, pesticidas o como se les quiera llamar la producción aumenta, y por lo tanto lo hace el beneficio lo que convierte a ese producto en atractivo para muchos agricultores.

Tal vez nos hemos dejado llevar por la vorágine oficial que nos premia con ayudas varias por pocas que estas sean a determinados productos, pero sobre todo a determinadas condiciones; así hemos llegado al punto en que aquél que tenga una docena de vacas (¿quedará alguno?) le será imposible salir adelante porque no le daría ni para pagar la paja de los animales.

Hoy día las granjas ya sean agrícolas o de animales, se han convertido prácticamente en pequeñas macros donde muchos tienen doscientas o cuatrocientas cabezas de bobino, con su maquinaria correspondiente o cientos de ovejas porque de otro modo dicen que no compensa, donde ciertos medicamenteos como el glifosato (el mismo que ha sido calificado por esa organización a la que llaman organización mundial de la enfermedad, como probablemente cancerígeno) y otros venenos cotidianos, están a la orden del día. Puede que tengan razón en quejarse; los más trabajan o al menos arriendan las fincas de otros que recibirán en la mayoría de los casos unos 20 o 30 euros al año por el arriendo.

No caemos en la cuenta de la verdadera magnitud del problema; pues si antes fueron a por los pequeños, y luego a los medianos, no tardarán mucho en apretar a los “grandes”, ya que el sistema funciona de este modo, así que uno tras otro, irán dejando paso en exclusiva a las multinacionales o transnacionales que son las que controlan el bacalao, el ganado, el pan, la leche y todos los productos que sirvan de alimento al personal. De modo que llegará el día no muy lejano en que estas transnacionales nos procuren el alimento por mucho veneno que contenga y tendremos que tragar porque no habrá otra alternativa, y es que  estamos más acostumbrados a mirarnos el ombligo que pensar más allá, cuando nos vienen ofreciendo ayudas, cerramos los ojos y nos dejamos llevar sin pensar en las consecuencias y olvidando aquella frase tan famosa de “nadie da duros a cuatro pesetas”.

Hoy en día tenemos huelgas de “tractoristas” o las hemos tenido en diversos puntos de Europa, es lo suyo, protestar cuando los negocios no van como quisiéramos, pero yo reivindico esas ayudas para los que no tienen tantas tierras en producción (o en enmascaramiento que de todo hay); yo reivindico esas ayudas para el peluquero del barrio, para el de la humilde tienda de comestibles, para el que vende en la plaza sus productos de la huerta, para el mecánico del barrio y así hasta todos los trabajadores individuales de los que no se sabe nada, ,porque no tienen cooperativas, ni apoyos de sindicatos varios pero sobre todo porque no suponen un peligro real para las administraciones, y por ende para los mercados europeos o mundiales.

Tal vez deberíamos revertir la situación y ayudar a los pequeños, un poco a los medianos y nada a los grandes,algunos de los cuales por seguir la “ola” están endeudados hasta las cejas con un patrimonio en uso de a veces varios millones de euros.

Repito, que yo no se mucho de esto, pero la economía es bastante más sencilla de lo que nos dan a entender tantos “expertos” cuando deambulan por los diferentes programas de televisión en los que por cierto, nunca se ponen de acuerdo, ya que al igual que muchos especialistas de laboratorio, apoyan solo a quienes les pagan o a aquellos con los que tienen cierta afinidad política o aquellos de los que esperan favores en un futuro no muy lejano.

De los sindicatos sean agrarios o de otro sector, ya lo he repetido en varias ocasiones, se deben a sus jefes y sus jefes a sus amos, al igual que los políticos a sus partidos correspondientes, y pensar por libre no va con esa gente, mucho menos pensar exclusivamente en buscar el beneficio para sus afiliados, los trabajadores en general y mucho menos los consumidores.

Aún existen incautos que se creen que el partido al que apoyan es mejor que el de al lado, sin caer en la cuenta de que ni siguiera los presidentes de los distintos gobiernos actúan por libre, sino que están a las órdenes de los que verdaderamente mandan en el mundo, que en realidad son los que ponen la pasta, los que pagan favores en definitiva y por ende, los que finalmente se llevan el beneficio gordo.

No obstante, me parece bien que cada unos e manifieste en la medida que buenamente pueda, pero por favor no se dejen engañar por lo mediático, mediten antes de llegar a acuerdos miserables con los diferentes gobiernos, pero sobre todo piensen, no solo en el futuro de sus hijos, sino sobre todo en sus nietos y biznietos, pues les estamos abonando el camino hacia una verdadera esclavitud.