El cinco de febrero tenía
mi segunda y última oportunidad para hacer la mínima. Era mi
primera competición fuera de Castilla y León por lo que me hacía
ilusión ir. Llegamos el sábado por la noche, cenamos y Paco me dijo
que ya iba a ir al Campeonato de España aunque no hiciera la mínima,
después nos fuimos a dormir. La verdad es que no tenía ninguna
esperanza de quedar entre los tres primeros, pero mi objetivo era
otro. Sí tenía esperanzas de por lo menos acercarme más a la
mínima que en Toro, debido a que el circuito y las condiciones
climáticas eran más favorables. Por la mañana nos acercamos
pronto, con tiempo (en teoría) para reconocer el circuito.
Al llegar
y mirar el horario vi que solo quedaban cinco minutos para el inicio
de mi prueba. Intenté mantenerme tranquilo y busqué a Paco para que
me diera el dorsal. Cuando le encontré me cambié todo lo rápido
que pude y fui al circuito, hice un calentameinto fugaz y antes de ir
a la salida Paco me dijo que el primer kilómetro no lo hiciera muy
rápido para calentar. Nada más empezar Edee se puso primero, otro
chico segundo y a unos diez metros yo, el grupo iba un poco más
atrás. En menos de un kilómetro pillé al segundo pero Eddee se
alejaba cada vez más. Con los nervios no se que hice pero no tomé
los parciales bien así que quedé desorientado y decidí olvidarme
del tiempo y darlo todo.
Aunque el primer kilómetro era de
calentamiento creo que fue el segundo más rápido. Los tres
kilómetros siguientes fueron más lentos pero regulares. Yo
controlaba al tercero aprovechando que el circuito eran dos rectas
paralelas. Aunque no había mucha gente viéndolo me gustó el
público porque animaba bastante. El último kilómetro fue el más
rápido (o eso creo). Llegué a la meta con la sensación de que no
lo había dado todo. Hice 27’53, pero aún así estaba contento,
había quedado segundo sin poder calentar y no habiendo pasado ni una
hora desde que desayuné hasta el inicio de la prueba (aunque no
había mucha competencia).
Ya quedaba poco para el
campeonato de España y este fue el momento dela temporada que más
motivado estuve. Seguía con los entrenamientos técnicos. Lo que
mejor había corregido era llevar la cabeza alta y mirara al frente.
Yo creo que lo que más me costaba corregir era la impulsión pero yo
me esforzaba todo (o por lo menos casi todo) lo que podía. Cuando
entrenaba pensaba más en la técnica que en cualquier otra cosa.
Llevaba un mes sin ingerir nada que pudiera perjudicar mi organismo.
Yo estaba desenado que el día de la prueba hiciese mucho frío par
que los andaluces y alguno más lo pasaran mal.
Ya era viernes y el
domingo competía, no estaba nada nervioso. El sábado fui a la
residencia a por la ropa de la selección y me dijeron que por la
tarde tendríamos que ir al ayuntamiento. El teniente de Alcalde nos
dio una charla y se despidió con un “nos vemos mañana en el
circuito” lo cual obviamente era mentira. Fuimos hasta la
residencia a por los dorsales. Después de cogerlos nos fuimos para
casa. Por la noche me levanté con dolor de garganta que precede a
una gripe. Por suerte, cuando me levanté por la mañana ya no me
dolía y ara mi agrado hacía bastante frío. Me preparé y fui hasta
el circuito. Yo competía el último así que fui a ver el circuito y
las otras pruebas…
Una hora y cuarto antes
de mi prueba me puse a calentar. Estaba tranquilo e iba a salir a
arriesgar. Un juez nos llevó hasta la salida. Salimos y me puse
adelante en el grupo, cuando pasamos por el primer kilómetro y vi
que habíamos bajado de cinco minutos y había hecho el mil más
rápido de mi vida bajé el ritmo y dejé que se fueran. Los tres
siguientes kilómetros los hice más o menos a cinco veinticuatro.
Había poca gente viéndolo pero no me puedo quejar de lo que me
animaron. El último kilómetro cambiamos y en los últimos
doscientos metros yo cambié para intentar pillar al de adelante. No
lo conseguí y acabé noveno con un tiempo de 26’12’’. Estaba
muy contento y además había hecho la mínima para el Campeonato de
España de pista.