RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

28 oct 2018

Buscar la luna al mediodía, es bobería




Hoy (por ayer) hemos salido a cenar a Casa Remis; tiene su sustancia este restaurante, acoge y te acogen, la música es relajante y todo invita a quedarse; pero todo lo bueno tiene su lado negativo y en este caso es el café. Siempre digo que no pero acabo tomándome una dos o tres tazas de ese café oscuro que algunos llaman de pota o de puchero.

Una vez más he caído en la gula y las consecuencias aquí están; casi las cinco de la madrugada y sin pegar ojo. Mañana hay que salir a las siete con dirección Castrocontrigo, allí nos espera “The jil” o dicho de otro modo “The Hills”, aunque para mí una colina será siempre una colina y lo demás, solo ganas de enredar (o dicho de otro modo: “zarandajas”).

El señor Santi Nistal es el culpable del madrugón; le conocí en una de sus famosas trotabuhos, donde ejercicio, alimento y charla distendida se daban de la mano, una modalidad en la que dicen fue pionero, como lo fue por estos lares en la organización de eventos de montaña, (trail le llaman los puristas), carreras populares y hasta de MTB (eso que otros llaman BTT). No en vano, el elenco de participantes conocidos a nivel nacional que acuden a sus pruebas se las trae y supongo yo que por algo será. Se permite el lujo el fulano de traerse a uno de los mejores charlatanes en esto de las carreras por montaña, de montaña o lo que sea; Depa le llaman (que también hay que tener humor).

Si me obligaran a elegir entre tres organizadores de eventos de cualquier tipo, sin duda uno de los nombres sería el de Santi (Tron para los colegas); hay gente que lo hace bien, pero este tío es que lo hace super bien; tal vez el hecho de no buscar réditos dinerarios ayude, sobre todo con lo que vemos por ahí, y me refiero a esas carreras donde lo que importa es el número de participantes y la atención de cero a diez se acerca mucho al cero.

Los mendas que hemos asistido otros años a La Peña del Tren, o cualquiera de las carreras que organiza este paisanín, hemos escuchado alguna crítica aislada que achacamos a la envidia cochina, porque hemos podido comprobar, como la organización se preocupa del corredor, procura que tenga siempre algo que llevarse a la boca (aunque a veces siempre hay algún avispado que se llena también la mochila); vemos como ocurre en alguna otra carrera un gran número de voluntarios que madrugan y se lo curran, y suele terminar la cosa con algo de jalufo en plan olla grande, pan vino y dulces (como debe ser).

Mañana les tiene preparada una buena engatada (a los corredores, sobre todo a los del sur), porque vamos a pelar un frío que pa qué. Pero ya lo dice el refranero: “San Andrés trae el invierno y San Juan el infierno” o este otro “En León, nueve meses de invierno, y tres de infierno”; y en la Peña de esos infiernos algunos aún tienen recuerdos húmedos por las noches.

En fin, que tengan ustedes cuidado con las heladas sobre la ruta, que estos fríos tan repentinos, son como las armas (que las carga el diablo). Pero sobre todo disfruten hombre, disfruten, que esto es voluntario, pero ojo; no se me envicien.