Parece que la chulería
del “amigo” Pedro le ha pasado factura, a él, y a su partido;
pero lo peor de todo es que su desastre erróneamente calculado, lo
sufriremos casi todos los españoles.
Son muchos los que han
equivocado su estrategia, salvo los que giraban descaradamente a los
tiempos franquistas y hasta hitlerianos; es decir a los tiempos del
racionamiento.
Por un lado Iglesias se
ha dedicado a criticar ampliamente al psoe, repitiendo una y otra vez
lo del pacto psoe-pp y eso no ha gustado a algunos de los socialistas
que descontentos con el giro dado por su partido podrían haberle
votado.
Por otro lado Sánchez,
se escoró demasiado a su derecha criticando tanto el asunto catalán
que muchos catalanes que también le habrían votado, heridos en su
orgullo han decidido no hacerlo.
De los asesores mejor no
hablar, porque parece que todo su prestigio se basa en uno o dos
golpes de suerte
.
El miedo a hablar ha sido
rentable para Casado, que de haber durado más este entreacto habría
terminado por unirse a los críticos y entonces estoy seguro que no
habría obtenido estos resultados.
Del señor Rivera poco
que añadir, no solo han sido sus exaltados discursos patrióticos
(que no eran muy diferentes a los de vox); hay que contar también
con sus vaivenes, sus giros y contragiros que han logrado despistar
tanto a sus votantes que han huido en desbandada.
Sobre los
independentistas, a pesar de muchos; decir que finalmente, tal vez
han sido los únicos coherentes con sus intereses.
Eso sí, una vez más se
ha evidenciado que este sistema de recuento de votos, hace aguas.
Y aquí estamos de nuevo
sintiéndonos todos ganadores (como no podría ser menos). No hace
más que unas horas desde que conocemos los resultados y de nuevo la
necedad surge por boca de muchos de nuestros políticos; y como es
habitual de la humildad, nadie sabe nada.
Y con estos datos, solo
nos queda acudir al trabalenguas:
El cielo está
enladrillado
¿Quien lo
desladrillara?
El desladrillador que
lo desladrille
Buen desladrillador
será