RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

13 may 2023

SOBRE LA VIDA Y SU AUSENCIA

 


Van ya varias horas tras la puesta de sol, se muy bien que lo suyo sería acostarse y levantarse con el sol, ya que todos y cada uno de nosotros contenemos en nuestro interior una memoria genética que nos indica cuando acostarse y cuanto levantarse y esto de la luz artificial no es al fin y a la postre más que un camelo de tantos y tantos convertido a la larga en necesidad forzosa.

Ya no sabe uno a qué carta quedarse con tantas verdades ocultas y tantas mentiras resplandecientes en nuestro día a día. Y son precisamente estos días los de los más afamados mentirosos del mundo entero; los políticos evidentemente que nos venden falsedades sin inmutarse y se quedan tan anchos sacando pecho en los mitines que en realidad es el único trabajo por el que les podríamos pagar si perteneciésemos a sus partidos correspondientes, cosa que no suele suceder.

Llevo ya para casi dos meses visitando lo que ninguno deseamos frecuentar, y espero tardar mucho en ser yo el “paciente”, puesto que lo que se ve deja tanto que desear que si yo tuviera la potestad de poner y quitar desaparecerían como por ensalmo un montón de responsables, médicos, enfermeras y auxiliares de esos hospitales tan alejados de la empatía que salvo honrosas excepciones, no son capaces de sacar una sonrisa a sus pacientes ni contando los mejores chistes.

Como tantas otras cosas en esta modernidad y en este simulacro de democracia, los mejores a menudo son ninguneados porque perjudican y entorpecen el sistema; de modo que no está bien visto que dentro de un centro médico se dedique más tiempo del necesario a un enfermo, ni se le trate con mimo haciendo pruebas que cuestan un dinero al hospital, ni dando pistas de como actuar ante la administración correspondiente, y aquí viene lo peor, porque tanto monta monta tanto en hospitales públicos como en privados concertados (ambos pagados con nuestros impuestos).

Hoy día encontrar especialistas que se mojen y que dediquen su tiempo y energías a tratar de sanar a los enfermos con el menor de los daños posibles resulta complicado y a pesar de ello aún existen algunos “rebeldes negacionistas” del sistema que pelean día tras día para que sus pacientes salgan del atolladero en que se hallen inmersos hasta conseguir una calidad de vida decente.

Son pocos pero aún quedan y para ellos todas mis felicitaciones y todo mi ánimo, porque ellos son los merecedores de los premios Nobel, que no olvidemos valoran “las contribuciones notables a la humanidad (¿es que hay alguna mayor que cuidar del prójimo?) o cualquier otro tipo de premios como el príncipe de asturias (donde se valora la labor social y humana realizada por personas...) y que mayor valor puede tener que el que trata de mejorar la calidad de vida de nuestros semejantes...

En fin, el sistema va como va y nosotros los pacientes asumimos estúpida y cobardemente que debe seguir así porque entendemos erróneamente que somos ignorantes y ellos no, sin tener en cuenta que el pueblo es el único rey, el único soberano y el único que debe con sus actos contrarrestar estas situaciones anómalas que solo benefician a una minoría y atentan contra toda la humanidad castigando a los malhechores sociales que nos ven como molestas cucarachas y premiando a aquellos que verdaderamente nos cuidan a veces perjudicando su propia salud.