EL
DINERO QUE NOS PRESTAN, NI SIQUIERA ES SUYO
Por Mucho que los reales
decretos, las normativas, la legislación se pongan a favor de la
banca, nadie en su sano juicio que intente ser ecuánime puede
ponerse al lado de los usureros.
Son tan favorables y
permisivas las leyes para la banca (como por ejemplo, dejarles
negociar con muchísimo más dinero del que tienen en realidad); que
muchas veces se ha comentado que si todos los depositarios acudieran
al banco a pedir su dinero; no habría para todos, puesto que el
banco en realidad, no alcanzaría ni aunque convirtiera en dinero
contante y sonante, el valor de todos sus inmuebles, acciones y
demás, más que una pequeñísima parte de ese efectivo.
Ya que casi todos sabemos
sin ningún género de duda, que el dinero que nos prestan los
bancos, no existe en realidad, y que el poco que si existe, ni
siquiera es suyo; lo más lógico a deducir sería que la deuda
tampoco existe; o en todo caso el deudor debe tener tanto derecho
como el banco a devolver el “préstamo”, por el mismo
procedimiento, es decir una papelina con una cantidad determinada de
ceros, o lo que es lo mismo, un cheque con fondos “virtuales”, un
papel con datos, letras y números, donde conste la cantidad total de
la operación.
Esto debería por
supuesto ser válido también para comenzar a cancelar todas las
hipotecas del mercado, lo que resolvería de una vez por todas el
gravísimo problema de muchas familias y a la vez de los bancos; que
ya no tendrían necesidad de quedarse con los pisos que no quieren
para nada y a cambio recuperarían todo su capital prestado con lo
que el mercado seguiría felizmente su curso, finalizando de golpe
con la “crisis”.
Puesto que esto mismo es
lo que ocurre a niveles de Fondo Monetario y Banco Central, ¿que
problema hay en devolverles mañana mismo, toda la cantidad que
“supuestamente” nos han prestado?. ¿Será por papel?. Pues ya
están ustedes tardando señores gobernantes.
Ahora bien, una cosa es
un préstamo para una necesidad básica como una vivienda, y otra
cosa es pedir prestado para mantener el poder, como hacen por ejemplo
algunos partidos políticos. Este acto ya nada tiene que ver con el
resto, aquí las garantías son una desvergonzada devolución de
favores en cadena y lo que es aún muchísimo más grave; tanto los
intereses como la deuda, terminan por pagarla los propios ciudadanos
que no recibieron un solo céntimo; al tiempo que los responsables
siguen teniendo ganancias ¿no es increíble?.
¿Como es posible que
todos los partidos (sobre todo los mayoritarios), reciban
subvenciones millonarias para sus sedes, sus gestiones, sus
elecciones, sus viajes etc... y no se gaste con los desahuciados, los
parados o los que pasan hambre? ¿Y las subvenciones a la Iglesia,
sociedades sin ánimo de lucro y un sin fin de ejemplos similares?.
No me cansaré de
recordar a quien quiera escuchar, que TODOS los políticos se deben
al pueblo, ni siquiera a sus votantes; sino a todos los ciudadanos en
general; y es por eso que jamás tendrá más valor un cargo
político, que un ciudadano; más aún, siempre debe de estar por
encima el ciudadano que es en definitiva el que paga al diputado, al
senador, al alcalde de turno; y es para TODOS, que deben encontrar
las mejores fórmulas de progreso y bienestar, aún a sabiendas de
que siempre habrá algún descontento, pero jamás por lo básico.