Fue el pasado jueves por la tarde si no recuerdo mal, los niños de la escuela Pablo esperaban ansiosos ante lo que sería su cierre de temporada con una pequeña demostración de sus habilidades como corredores todo terreno incluidas subidas y bajadas que a otros niños y otros padres les parecerían imposibles al principio.
Un circuito de unos 500 metros serviría para su desahogo y al mismo tiempo para demostrarse a sí mismos que cuando se hace ejercicio físico, no se pierde el tiempo.
Su otro entrenador, Antonio, allí estaba. presto para charlar, para hacer reír o para aconsejar aquello que tantos escuchan y tan pocos ponen en práctica: “Lo primero de todo, calentar un poco y luego ya sabéis hay que salir sin prisa y distribuir las fuerzas entre todo el recorrido”.
Solo dos categorías, los más peques con una ligera sonrisa primero y luego los que ya apuntan a mozalbetes, con un pelín de esa diabólica presión que termina por destrozar las ilusiones de unos y que solamente se vislumbraba en uno o dos de ellos. Los primeros dispuestos en una linea curva y los otros a la espera de que transcurriesen esos pocos minutos que tardarían los primeros en completar el circuito.
Pero aquí lo que cuenta no es la carrera, sino todo lo que la rodea; y ¿con qué nos encontramos?; pues con un montón de padres a los que afortunadamente y es de agradecer, no se les ve deseosos de medallas que en este caso con muy buen criterio, serían las mismas para todos; porque la educación comienza aglutinando y no dividiendo y si hemos de ser consecuentes con el esfuerzo, tanto vale el del primero como el del último.
A estas edades, hablar de futuro y menos como deportistas es una estupidez, pero hablar de educación deportiva (y por lo tanto educación para la vida), ya es otro cantar; podemos realizar pruebas para evaluar su rendimiento, e incluso podemos deducir que en esta o aquél hay una calidad por encima de la media; pero cuando un niño crece en este ambiente relajado, divertido y ausente de esa competitividad que arrastra inexorablemente al ego más profundo; es más que probable que continúe durante años dedicándole una parte de su tiempo a este deporte u otros sin darle máxima importancia a su posición, y donde no tendrá rivales, sino colegas que practican su mismo deporte.
No es habitual ver un concejal de deportes tan implicado como este hombre del que ni siquiera conozco el nombre; supongo que hasta la oposición si realmente se preocupa por que se hagan las cosas bien, estará satisfecha con su papel, y no lo digo solo por lo de hoy, sino por la multitud de eventos deportivos de todo tipo a los que yo mismo he asistido en alguna ocasión, como lucha leonesa, carrera con perros, en bicicleta y otros acontecimientos que me he perdido.
Hay otro detalle al que debemos prestar atención, porque a pesar de ser un acontecimiento “pequeño o menor” en términos políticos; allí estuvo presente también el alcalde y creo que otro concejal lo cual es de admirar cuando ha habido en esta provincia (entre las pocas cosas que se han hecho) algún campeonato de España en el que el concejal de deportes brilló por su ausencia.
Me gusta dar valor a lo que creo que lo tiene, y así como hace poco hubo un control en la provincia donde prácticamente no asistió nadie, aquí en un día de diario asistieron si no todos, la gran mayoría de padres y todos los responsables de la escuela, junto con los del ayuntamiento.
MI MÁS SINCERA
ENHORABUENA.
