RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

11 ene 2023

¡OJO AL DATO!

 

Lo digital, a bote pronto, es un sistema que crea, presenta, transporta o almacena información mediante la combinación de bits, pero que se basa hoy día, en el uso y recopilación de datos a fin de influir en la vida particular de las personas, utilizando para ello todo tipo de artimañas, publicitarias informáticas y a menudo terroristas, capaces no solo de anular la libertad de elección del individuo, sino además de controlarla y manipularla con el principal objetivo de aumentar las ganancias para las empresas correspondientes a costa en primer lugar del tiempo que hacemos de conejillo de indias y posteriormente de nuestros recursos económicos particulares y familiares.

Esto no va de beber más cerveza o lavar con determinado detergente, no va tampoco de como se colocan los productos en las grandes superficies obligándote a realizar el recorrido que ellos estiman les va a proporcionar mayores beneficios. ¿Han estado alguna vez en ese gran supermercado Danés?; no, no va de eso; va de nuestra propia vida, de nuestra libertad de nuestra capacidad de decisión o de pensamiento e incluso de nuestra propia alma.

Se nos oferta libertad y se nos apresa, se nos ofrece tiempo libre y nos lo incautan sin que salvo en contadas excepciones nos demos cuenta gracias a esos trucos digitales que llaman algoritmos; y con la colaboración de nuestra inocencia e ignorancia, se lo ponemos en bandeja. Más tarde, ya con nuestro libre albedrío en sus manos llega no solo la sumisión, sino además la adicción.

Aún retumba en los oídos de algunos ciudadanos el caso Cambridge Analytica donde cientos de millones de ciudadanos se enteraron de que una empresa había recopilado de facebook sus datos sin su consentimiento para fines políticos fundamentalmente; o la Operación Dunhammer; otro escándalo de película donde se espiaba a políticos y presidentes de gobierno con la connivencia por supuesto de otros colegas políticos; por no hablar de los papeles wikileaks o algunos de los miles de documentos desclasificados y tapados, con cuya lectura, hasta el más ingenuo llegaría a la conclusión de que nos han estado utilizando como si fuéramos pacientes de siquiátrico.

Y es que esos inocentes datos que proporcionamos diariamente, valen miles de millones; y aunque en nuestro interior nos obliguemos a pensar que “total no será para tanto”, la realidad es que si lo es; de otro modo, nadie se ocuparía a una escala tan descomunal de intentar conseguirlos por todos los medios.

La Constitución Española reconoce en su artículo 18.4 la protección de datos como un derecho fundamental y en el mismo ámbito de la salud por ejemplo, es obligado consultar al paciente para tratar esos datos. En el reglamento de la Unión Europea de 2016, en su primer punto dice: “La protección de las personas físicas en relación con el tratamiento de datos personales es un derecho
fundamental”
y sin embargo, te da por comentar en tu casa que la lavadora ya está vieja e inmediatamente te llegan mensajes tanto al móvil como a tu ordenador de ofertas de electrodomésticos de ese tipo y te preguntas ¿cómo es posible?, tenía el teléfono la tele apagados ¿cómo me han podido escuchar?...

El daño que nos están y nos estamos haciendo es extraordinario, pero lo más grave es que vamos camino si no lo hemos hecho ya de sentar un precedente y un horrible “modus operandi” para generaciones futuras que ya poco podrán hacer para reaccionar como podríamos hacerlo nosotros en estos momentos, condenando a nuestros hijos, nietos y descendientes a un mundo de esclavitud y silencio donde no les quedará sino seguir las pautas sin atreverse a pensar por sí mismos, como ya nos enseñan en las escuelas y universidades. Pero, cuesta tanto dar el primer paso...

¡DESCANSEN EN PAZ!