RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

3 jun 2023

LOS POBRES SOMOS MUY RENTABLES

 

Da la impresión aunque no tenga un título que me cualifique o me califique para dar mi opinión más que el haber vivido algo algo más de media vida en este mundo absurdo tanto desde el punto de vista social como desde el espiritual que de tan tímido como se muestra casi no lo vemos más que en las noticias del mal llamado corazón donde lo que menos aparecen son las entrañas y lo que más, rostros de gente supuestamente conocida de la cual poco sabemos más allá de los artículos preparados para la ocasión a veces por el propio protagonista.

El caso es que tras años y años de manifiesta incompetencia de organizaciones y organismos que tanto monta, (fao que a pesar de los miles de millones invertidos no ha erradicado el hambre en el mundo, “oms” que a pesar de los miles de millones recaudados no ha conseguido mejorar la salud en el mundo, “g7” que toman decisiones a su bola para aumentar sus beneficios, foro de Davos, o foro económico mundial (como si ahora los de los grandes negocios mirasen por los obreros), “fmi” que primero desequilibra a los países para después prestarles dinero a un altísimo interés (lease Grecia o cualquier otro país en el mundo), “onu”, banco mundial, (encargado de privatizar a troche y moche), consejo de Europa, (que se encarga de organizar a su gusto política y jurídicamente a los países que lo engloban), o mercado común europeo (que también urga en las financias, transportes y sobre todo sistemas fiscales sin que los ciudadanos obtengamos beneficios palpables); baste decir que en la unión europea existen cerca de veinte instituciones que pagamos todos los ciudadanos y que no trabajan gratis por supuesto; podríamos seguir así unas cuantas líneas más pero a buen entendedor...

Últimamente a esta gente le ha dado por los coches eléctricos sobre los que cada vez más voces autorizadas, critican por más contaminantes e incluso más peligrosas no solo para el medio ambiente, sino además para los bolsillos de usuarios y no usuarios. El otro caballo de batalla es el “cambio climático”, sobre el que al igual que el anterior muchos especialistas niegan la mayor y tanto uno como otro son asuntos importantes que pueden condenarnos a vidas miserables e incluso sin autonomía propia. Y ¿que menos que el debate que tanto se niega?

Pero hay otro asunto mayor como es el de la salud que los estados están vendiendo al mejor postor que no es otro que una organización sostenida en su mayor parte con fondos privados (especialista últimamente en pandemias) que nadie ha pedido ni votado y que de seguir así las cosas se hará cargo de todos los temas de salud de los ciudadanos europeos decidiendo si debemos hacer esto o lo otro a lo dictatorial, en plan “porque lo digo yo”, sin tener en cuenta los múltiples fallos jamás asumidos a lo largo de su historia y que tanto han repercutido negativamente en la ciudadanía europea (como muestra estos dos últimos años, con el ahora protege al 100%, ahora al 75%, luego no protege pero te libra de morir, luego no te libra, que si no contagia y luego si para descubrir al final que no solo te libra sino que te mata)

A la chita callando entre tratado y tratado, nos van recortando libertades una tras otra de modo que si van mal las cosas abrir la boca llegará a ser delito o terrorismo de estado y el bozal y la venda serán obligatorios. Hay que ser cínico para crear agencias que nos machacan constantemente “con esto es bulo” cuando buscar una verdad en los medios de comunicación es hoy día comparable a buscar la famosa aguja en un pajar planetario.

¿Donde ha quedado el intelecto individual? ¿Tan deprimidos estamos que no somos capaces no ya de discernir entre lo verdadero o lo falso, sino al menos plantearse una mínima duda sobre tantas cosas sin sentido que nos afectan personalmente?

Nos hemos dejado acomodar y ya no somos capaces de una mínima supervivencia sin nuestros pequeños vicios, a saber, una enorme pantalla, un teléfono portátil, o un vehículo de cuatro o dos ruedas con el que desplazarnos a ver los partidos a la vuelta de la esquina; hasta el punto de que cada vez es más difícil encontrar gente cualificada entre los jóvenes que asumen por mayoría que en este mundo solo hay dos clases de individuos los que ordenan y los que obedecen sin rechistar y si nos dicen que hay que quedarse dos horas más en el tajo pues que le vamos a hacer ¿verdad?.

Por cierto, me dicen que ahora se dan subvenciones para recolectar la uva en verde (para tirarla después por supuesto), por arrancar árboles frutales o viñedos... ¿porque se produce más de lo que se necesita? ¿En qué quedamos? ¿Y los que no tienen que llevarse a la boca?.

No se enfaden los creyentes y piensen en esto que he escrito como si fuera una fábula de aquellas de Iriarte, Esopo, Samaniego o Jean de la Fontaine e imaginen que no he estado hablando de personas, sino de animales.