Es Isidoro un nombre cuyo origen proviene de la antigua grecia y como muchas palabras griegas consta de dos partes, una que significa “la fuerza divina” (ISIS) y otra cuyo significado es “regalo” (DORON). Por tanto se supone que los susodichos, han nacido con un regalo que es esa fuerza divina.
Hay quien dice que el número asociado a este nombre es el seis, aunque yo me inclino más por los que piensan que es el nueve, tal vez porque ese es mi número favorito.
Ya no se llevan los Isidoros en la actualidad, ahora lo que mola son nombres que a mí personalmente me parecen de lo más rebuscado, incluso de lo más extraño para nuestro castellano, que atesora tantos cientos de nombres interesantes.
Entre varios Isidoros famosos, hubo un huracán que alcanzó y dañó zonas cercanas a Jamaica, Cuba o la zona del Yucatán en México e incluso parte de los Estados Unidos de América.
Existió también algún otro en la ficción como el de la novela “La Regenta” de Clarín, aunque no le pega mucho a nuestro paisano.
En el “Otoño del Patriarca” del genial “Gavo”, aparece otro Isidoro allá por la zona de Macondo que ya podría tener algún parentesco con las ideas de nuestro protagonista, pero ni de lejos, porque a este la política, pues más bien no.
Otro ilustre como Ernesto Sabato da ese nombre a uno de su protagonistas, este también tiene un pequeño parecido con nuestro compadre; pero si hay alguien con quien tiene más similitudes es con el famoso Isidoro de Sevilla; el que descansa en la Basílica del mismo nombre en la provincia de León.
Es Isidoro uno de los nombres más antiguos y populares de la cultura patria, en parte por influencia romana, y en parte porque han pasado ríos y mares (560-626) desde aquél cartaginés, que escribió, filosofó, y hasta fue nombrado Obispo de Sevilla y santo, título que nuestro colega a día de hoy yo creo que no ha alcanzado.
Si hubiera que asignarle un color y con los datos que tenemos sería el verde porque ama la naturaleza, la tranquilidad y la armonía.
Dicen los augures que en función del nombre, y en el aspecto laboral, los Isidoros serían personas capaces de liderar y coordinar equipos de trabajo, establecer objetivos y plazos asegurándose de cumplir con las expectativas generadas a la perfección.
Y aquí es donde hay ciertas similitudes con el de Sevilla, pues según la numerología, el nueve significa sabiduría, compasión y generosidad, lo que se aproxima bastante tanto al santo, como a nuestro Isidoro de Zamora.
El zamorano que es capaz de soldar palabras, se muestra muy activo en la huerta y en su trabajo. Y generalmente es intuitivo, alegre a ratos pero sobre todo sociable y amante de rodearse de sus amistades para charlar de lo que cuadre, aunque de vez en cuando escuche desde la lejanía; desde ese planeta imaginario donde teje constantemente sus telas de araña para atrapar quien sabe qué.
