Los que siguen de cuando
en cuando este blog, habrán dado buena cuenta de un par de artículos
que podéis releer aquí:
Pues bien este será el
último, puesto que el desgraciado fallecimiento de su protagonista,
hace imposible la continuación.
El corredor en cuestión
fue ingresando poco a poco en el gremio de tantos y tantos corredores
que toman “alguna ayuda” a la mínima (por si las moscas); tal
vez por inercia o porque el enantyum dejara de hacerle efecto,nuestro
protagonista se pasó al Inzitan esperando un efecto más inmediato y
duradero.
Aderezaba los corticoides
con diversos geles, barritas, gominolas y prácticamente probaba todo
lo que salía al mercado. La cerveza a diario, (por supuesto) y algún
traguito completaban la dieta deportiva.
Este pasado sábado a eso
de las seis de la madrugada encontraron su cuerpo a pocos metros de
una de las balizas que marcaba el camino al tercer avituallamiento de
los cinco que contaba la prueba en cuestión. Nadie sabe si se perdió
o se sintió mal y buscó amparo bajo el árbol donde le encontraron.
Era un hombre poco
conocido en el mundillo, aunque algunos le recuerdan porque charlaba
con cualquier desconocido como si fueran amigos de toda la vida; y
por el montón de preguntas que hacía respecto a las carreras, en
concreto sobre qué cosas había que tomar para mejorar el
rendimiento.
Evidentemente, no era
este el camino, si nos atenemos al resultado final.
En el informe aparte de
un montón de palabrejas raras, se habla de muerte por “Pancreatitis
aguda necrótica, asociada a un fallo multiorgánico generalizado y
una complicación de “abdomen agudo” (o algo parecido).
Al parecer nuestro
corredor, sufrió un proceso inflamatorio agudo en el páncreas,
acompañado de una gran hemorragia, tanto dentro como alrededor del
citado órgano.
Las únicas referencias
de unos pocos testigos, hablan de ciertos dolores abdominales y
vómitos en los primeros kilómetros; y a partir de ahí, se le
perdió la pista y nadie puede aportar más datos.
Como desencadenante de la
muerte, una mezcla fatal de corticoides y alcohol, pero sobre todo un
claro abuso de los primeros. No es ciertamente habitual un
fallecimiento por estas causas, pero las circunstancias personales y
el momento (una carrera de larga distancia por la montaña) han sido
los desafortunados ingredientes del fatal desenlace.
El Doctor Astasio; gran
conocido, en los círculos deportivos de nuestra ciudad, respondiendo
a algunas preguntas en relación a este suceso, ha querido dejar
claro que una cosa es el deporte sano y otra la desmedida sed de fama
que parece ser, padece cierto número de corredores. Ha querido dejar
claro que los medicamentos tienen su función, su momento y su dosis
que nunca debe marcar el propio paciente, que por lo general
desconoce las consecuencias de la ingesta y abuso de corticoides,
esteroides y otras sustancias que se han hecho casi habituales en
algunos círculos, y que no buscan el beneficio del corredor, sino
negocio puro y duro.
La gran mayoría de
corredores, desconoce las consecuencias que se esconden tras
productos muchas veces de andar por casa; para que nos hagamos una
ligera idea; la inhalación de una dosis terapéutica de formoterol
(un broncodilatador), puede dar un índice superior a 40 nanogramos
por mililitro en un análisis; lo que se considera un resultado
positivo a efectos de doping; evidentemente nada que ver con la
muerte, pero estaremos ya, siguiendo un camino equivocado.
Añade el Doctor Astasio
que “los atletas deben desconfiar de aquellos entrenadores de
gatillo fácil a la hora de buscar ayudas externas. Hay un dicho bien
conocido por todos que dice: “zapatero a tus zapatos”.
El cuerpo es una
máquina casi perfecta, pero precisa un mantenimiento mínimo; si
insistimos en romper las reglas, al final dirá ¡basta!, y puede que
por última vez”.