RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

6 sept 2021

DESAFÍO URBIÓN - CAMPEONATO DE ESPAÑA DE TRAIL

 

Dicen que nos enfrentamos a una de las competiciones mejor preparadas de España, una de esas que rezuman saber hacer, cooperación, compañerismo, y sobre todo trabajo, mucho trabajo a cargo este gran club que ya está haciendo historia en esto de las carreras por la montaña entre otras muchas actividades con las que están consiguiendo que la zona no caiga en el olvido como ocurre con otras partes del país; ya tenían el paisaje, los picos, los lagos, los hayedos, los pinos, de modo que decidieron aprovecharlo en beneficio de la comarca y vaya si lo están consiguiendo, son los chicos de COVALEDA, los del “CLUB DEPORTIVO DESAFÍO URBIÓN”, que lo mismo te preparan un campamento cultural y deportivo para niños que como en esta ocasión te aderezan “al gusto” un Campeonato de España. No solo se lo curran como posesos, sino que además a pesar del cansancio acumulado también toman parte en la carrera y si no patino, creo que han quedado Campeones de España por equipos (Tomen buena nota las administraciones correspondientes).

Pero les voy a hacer partícipes de un dato que yo desconocía, en realidad me enteré este mismo sabado de boca del propio protagonista, que al parecer es uno de los mejores corriendo por los riscos; lo ha ganado casi todo y al parecer aún tiene mucho futuro por delante.

Es un hombre sencillo, humilde, te habla directo y cada palabra que sale por su boca denota destreza, habilidad, saber estar y sobre todo saber hacer.

Es joven, pero atesora las virtudes de los más ancianos y ayer en Covaleda me contó su historia; una historia que te emociona por lo sencillo, por lo humano, por lo humilde.

“Yo”, me dijo, “intento ser generoso con mis rivales, pero le confieso a usted que tengo un gran defecto; es ponerme en la línea de meta y pierdo los papeles. Siempre me ocurre lo mismo y por más que trato de frenarme, no hay manera. Cierro los ojos y en cuanto dan la salida me aguanto un poco para que se pongan por delante algunos al tiempo que me digo, a ver si esta vez tienen alguna oportunidad; pero nada, me dejo llevar por el torbellino de corredores y se desata la locura en mi interior, para cuando los abro voy ciego, ya no tengo a nadie por delante, estoy más solo que la una.

“Dicen que el ganador de la carrera será un tal Merillas; no haga usted caso, ni ese ni ningún otro Caballero tienen nada que hacer conmigo; claro, salvo que hagan como acostumbran. No se como se las apañan, pero en la carrera de hoy, por ejemplo, no le extrañe a usted si en vez de aparecer como el ganador, me ve allá por el puesto 222. Ya no pierdo tiempo en reclamar, de modo que disfruto de cada carrera y punto. Hoy saldré con el dorsal 63 para que lo compruebe por usted mismo”.

“Y oiga, sáqueme guapo para poner la foto en mi diario del corredor, y no se preocupe de medir la luz ni tonterías de esas, usted dispare que yo siempre salgo guapo”.

Me fui con la duda, y esa noche confieso que no dormí pensando en la historia que enviaría a al día siguiente a la prensa con la foto del ganador, y un titular reivindicativo “EL HOMBRE INVISIBLE DE COSLADA” o algo parecido, sobre el terreno me topé para mi sorpresa con otro panorama bien distinto (pobre chaval).