Como dicen en la página, “El deporte no debe tener fronteras y menos económicas”; ojalá otros estamentos oficiales ayudasen a otros organizadores de grandes eventos deportivos, porque efectivamente una de las características principales de esta carrera es aparte del trato, su formato gratuito, no solo de inscripción, sino además de comida previa a la carrera y después de la competición.
Ya van varias ediciones en estas fechas invernales; la mayoría sabe a lo que viene y si no lo saben, la charla previa es imprescindible para ellos. Supongo que el que más que menos ya tiene previsto un horario de bajo coste para lavar esa ropa y complementos totalmente embarrados que se van a llevar a casa. Contamos con temperaturas invernales e infernales, la nieve es a menudo el invitado de honor, a veces acompañada de la lluvia constante como en esta ocasión a la que hay que sumar un viento que en ocasiones fue vendaval.
Es complicado gestionar un evento de estas características y no puedo hacer ningún tipo de crítica favorable o adversa porque carezco de datos suficientes (en todo caso sería siempre con buena intención); pero sea como fuere, en esta ocasión ha habido tal vez más percances que en ninguna otra edición, alguno de ellos de cierta gravedad y se debe tener en cuenta para sucesivas ediciones.
Aprovecho por tanto para dejar aquí un par de generalidades al respecto, que obvio es decir son de lectura gratuita pero sobre todo voluntaria; o dicho de otro modo, generalidades que nadie está obligado a leer:
No es necesario el “más difícil todavía” para que un acontecimiento de estas características atraiga la atención del público, pero lo que sí es necesario, es un registro absoluto de principio a fin del tránsito de los corredores. Es importante una buena gestión de este tipo de carreras, sobre todo la larga (nocturna no lo olvidemos), porque un despiste puede provocar un percance mortal; por ello es fundamental la participación de un gran número de voluntarios, puntos de paso, para que nadie sufra más de lo necesario; así como un equipo de emergencia capaz de rescatar a un corredor en cualquier lugar del recorrido, y los equipos médicos necesarios para aquellos casos que revistan mayor gravedad.
Los corredores también deben cumplir con todos los requisitos exigidos para pruebas de este tipo, donde una caída o cualquier otro percance te puede dejar tirado sobre la nieve en una altura elevada con temperaturas bajo cero; momento en el que cualquiera que lo haya sufrido sabrá que en entonces, toda la ropa que llevas es poca, todo lo que tienes en la mochila escaso mientras esperas a que te recojan. Es en estos casos donde la gestión se hace más necesaria que nunca y donde los medios deben estar dispuestos para que en algunos casos será de vida o muerte, pues no en vano la mayor responsabilidad siempre recae sobre la organización.
Los sopapos, torceduras, golpes varios e incluso otros sucesos siempre estarán a la orden del día, e incluso con la mejor de las gestiones pueden acaecer sucesos inesperados incluso fatales; de ahí que tanto a unos como a otros se les debe quedar grabado aquello de que en este tipo de carreras “TODA PRECAUCIÓN ES POCA”.
