RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

15 dic 2021

MATANZA DE LOS OTEROS, VALDESPINO CERÓN, ALCUETAS, ZALAMILLAS, PAJARES DE LOS OTEROS

Dicen sobre la humanidad que es un área del saber que abarca historia, arte, filosofía, lengua y literatura; yo no digo que no fuera cierto antaño, pero ogaño (hogaño para los amantes de la hache) habría que ser un poco más tímidos con tal definición y dejarlo en “rara condición en el ser humano”.

No es sencillo hacer una foto digna que represente la Comarca de los Oteros; fotografías se pueden hacer a miles, pero tal vez sea preciso además del dominio de la cámara, el de la historia y la literatura, así como un lenguaje atractivo y sencillo no exento de cierta filosofía que nos permita razonar y hacer comprensible la situación de estos pueblos y el porqué de esas fotografías ancladas en el adobe y un barro que nos invita a pensar en periodos complicados y de gran dureza para los habitantes de estos lugares donde las cuestas son suaves, pero no tanto que no nos permitan otear casi hasta el infinito.

Valdespino Cerón fue nuestra toma de contacto .Nos volvemos a casa meditabundos con la impresión de que no nos han salido los palomares como nos hubiera gustado. En el primero de ellos (como en los viejos tiempos), nos visitó el dueño de uno de ellos, receloso de que tal como andan las cosas por el mundo, fuéramos a preparar algún desaguisado en su propiedad. Tras una breve charla, el buen hombre se marchó a sus quehaceres tranquilo, sabedor de que por esta vez todo quedaba en su sitio y los extranjeros eran gente de su confianza, que solo deseaban hacer unas fotos aquí y allá.

En Alcuetas una amable vecina nos habló de cultura, de historia moderna y entre otras cosas, de la gran gestión de su acalde, al parecer un joven con ganas de ver a su pueblo vencer al destino de los atractivos que aún supone para muchos jóvenes la “gran ciudad”. Visitamos el Castillo, y aunque hubiésemos deseado prescindir de las vallas, hicimos algunas fotos entre ellas la de un gato que miraba desafiante al tiempo que me reprochaba haberme adentrado en sus dominios.

En Matanza nos recibieron varios y muy amables vecinos con los que anduvimos de palique un buen rato e incluso una gentil señora nos abrió la iglesia y nos enseñó el fruto de años de trabajo un nacimiento muy peculiar peculiar en el que todas las figuras están hechas a ganchillo; nacimiento que por cierto tendrá un capítulo aparte (prometo ponerme al asunto en cuanto pueda).

En Zalamillas que con Valdespino Cerón, pertenece al ayuntamiento de Matanza; no nos topamos con nadie que yo recuerde; de vuelta, hicimos una brevísima parada en Pajares de los Oteros para hacer dos o tres fotos más y ya camino de Valencia de Don Juan otras dos o tres (o cuatro) con el coche en marcha.