RINCÓN POR RINCÓN: LEÓN

RINCÓN POR RINCÓN:  LEÓN
La catedrál y al fondo montes nevados

22 dic 2021

S K L A V O S

 

Todos nos deberíamos aprender de memoria este vocablo que tiene su origen en el griego bizantino, entre cuyos significados está el siguiente: “EL QUE ESTÁ DOMINADO POR UNA PASIÓN OBLIGACIÓN O VICIO”. Y traigo a colación este significado y no otro porque yo creo que la palabra esclavo a la mayoría le suena a algo lejano y ajeno y sin embargo el que más y el que menos termina sintiéndose obligado a servir a alguien o de algo.

Dominados por el vicio de comprar terminamos siendo esclavos de la banca, o lo que es peor; arrojados por esta sociedad capitalista y decadente a la fosa del paro pasaremos sin remedio entonces por algún tipo de esclavitud laboral, aunque si naces en determinados países, podrías llegar a ser esclavo del señor del lugar y con siete años ,matar como oficio; también podrías verte obligado a rebuscar en la basura o jugarte la vida con tal de satisfacer una de las necesidades más acuciantes del ser humano (el hambre); incluso podrías ser objeto de depredadores sexuales si caes en determinadas redes, o naces en un país donde siendo niña te casan con un hombre que podría ser tu tatarabuelo.

No valoramos mucho este tipo de criado servil que intuimos como un ser inferior, a pesar de que si meditásemos brevemente, terminaríamos por descubrir que la mayoría vamos transitando ya esa senda desde hace ya demasiado tiempo.

Se nos ha educado a la perfección, se nos ha enseñado que la obediencia debe ser ciega, ya sea a las leyes de un dios, un padre, un profesor, a la autoridad, o a la norma, sin pararte a pensar jamás si es justa la petición ya que obedecer es lo más importante en esta vida si quieres ser un ciudadano ejemplar y por lo tanto, no es de extrañar que haya cada vez más lacayos con una especie de síndrome de Estocolmo laboral que hablan bien de sus explotadores; porque otra cosa que nos han inculcado es (gracias a aquella máxima que decía “quien bien te quiere te hará llorar” que tanto aprecian los maltratadores), que todo lo hacen por nuestro bien y que debemos ser agradecidos.

Muchos trabajadores se consideran poca cosa comparados con algunos de los empresarios que les remuneran y en ocasiones explotan; porque se les ha dicho por activa y por pasiva, que el mundo se mueve gracias a su dinero y no a la labor de los hombres y mujeres que dan salida a sus productos a menudo, por sueldos miserables.

La realidad es que los trabajadores son los que mueven la rueda del mundo, y que no pocas veces las empresas sobre todo de ámbito internacional, hacen todo lo posible por echar por tierra esa idea, cosa que están consiguiendo gracias al apoyo de políticos sin escrúpulos y a menudo sindicatos, que no ven con malos ojos leyes que siempre favorecen a esas multinacionales en detrimento de los trabajadores, hasta el punto de que algunos ya piensan en el trabajo como una dádiva en vez de como un derecho; y ya sabemos lo que dice el diccionario sobre la palabra dádiva: “Obsequio que se da sin esperar nada a cambio”.

Lo vivimos actualmente; el dinero de los ciudadanos que recaudan los gobiernos lo gestionan frecuentemente como ayuda o “favor”, multinacionales que luego nos cobran bien caro el producto elaborado sin coste alguno para ellas.

Corren buenos tiempos para el individualismo (también ha formado parte de nuestra educación desde décadas), y malos para lo colectivo y eso para los esclavistas es una excelente noticia, ya que un solo individuo por sí solo, poco puede cambiar. Resumiendo, ellos están felices de que todo siga así y el resto cada vez más felizmente jodido.

La esclavitud por tanto, lleva camino de ser el "oficio" más demandado por la sociedad actual; tiene mucho que ver con la obediencia ciega (aquella que se presta sin examinar motivos y consecuencias de lo que se nos pide); es asumida con mayor facilidad entre los más crédulos, y sin duda el miedo es su mejor aliado.

Por todo ello: Bienaventurados los rebeldes que aún pueblan el universo.